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Presos de Nanclares participan en nuevos programas antidrogas

Los reclusos de la cárcel alavesa de Nanclares de Oca participan desde el pasado verano en dos nuevos programas de atención con el fin de superar su drogodependencia. De momento, ocho presos reciben buprenorfina, un opiáceo similar a la metadona, con el fin de abandonar su adicción a la heroína. Otros 50 asisten al módulo sin drogas, un programa puente previo a la excarcelación para conseguir que las personas que salgan de la cárcel no vuelvan a recaer en la toxicomanía.

Estos programas, al que se suma el que se desarrolla una vez abandonada la prisión en dos comunidades terapéuticas, fueron precisados ayer por el Departamento de Asuntos Sociales, que trabaja en esta materia en colaboración con Instituciones Penitenciarias y con ONG como Lur Gizen o Gizakia. "Partimos del principio de que todas las atenciones que un toxicómano recibe en la calle tiene derecho a demandarlas en prisión", explicó la directora de Drogodependencias vasca, Carmen Vicioso, en la presentación de los programas. "Nuestra atención a los presos toxicómanos es un referente para el resto de los centros penitenciarios españoles", añadió.

Más de la mitad de los 750 presos que cumplen actualmente condena en Nanclares son drogadictos, con un índice de seropositivos que llega al 40%.

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