El agua de la traída de Lugo se tratará con ozono
El ozono sustituirá al cloro en el tratamiento del agua de la traída de Lugo y el caudal del Miño estará garantizado aún en épocas de sequía. Éstas son algunas de las ventajas que presenta la nueva Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Lugo, que ayer inauguró la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y en la que se han invertido 45 millones.
Con esta infraestructura se pondrá fin a los recelos con los que los lucenses bebían hasta ahora el agua de la traída por su fuerte sabor a cloro. Las nuevas instalaciones incluyen un sistema de recirculación del agua que permitirá mantener el caudal del Miño aun en épocas de sequía y eliminar el riesgo de desabastecimiento que se vivió en verano.
Sin bombeo
La nueva potabilizadora está capacitada para abastecer a una población de 100.000 habitantes y respeta la zona "inundable y de cauce" del río Miño, tal y como remarcó la ministra. Dispone de depósitos de 25.000 metros cúbicos situados a una cota mayor que otros, de manera que se pueda abastecer a toda la ciudad por el sistema de gravedad, sin necesidad de realizar ningún bombeo intermedio.
El alcalde de Lugo, José López Orozco, se refirió a la nueva estación de tratamiento de aguas como una "extraordinaria planta", que permitirá disponer agua de calidad, "líquido elemento del que los lucenses desconfiábamos". "Siempre se suministró agua potable, pero les vamos a facilitar un agua que respeta sus principios naturales: incolora, inodora e insípida", enfatizó.
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