"Nos cobran lo que se les antoja"

"No es que no quiera pagar, pero nos cobran lo que se les antoja, y si cuela, cuela". A Alejandro Hernández, jubilado de 82 años, la factura de electricidad que le llegó el pasado 29 de enero supera en 100 euros lo que cobra de pensión. Pese a que vive solo, que sus estufas son de gas, y que, como muestran las cartillas del banco que lleva consigo, nunca pagó más de 40 euros, el último recibo asciende a 469 euros.

Alejandro es una del centenar largo de personas que se pasó ayer por la tienda Master Cadena de la calle de Alboraia de Valencia. En este establecimiento Iberdrola tiene un punto de información donde recibe un goteo constante de personas con una queja unánime: la facturación excesiva en el último recibo de la luz. El flujo de gente es tal que muchos de los reclamantes, como fue el caso del propio Alejandro, no pudieron cursar su queja. Solo se reparten 120 números al día; 80 por la mañana y 40 por la tarde.

La misma escena se repite en la oficina de la compañía eléctrica en Alicante (centro comercial Gran Vía), en Castellón (calle de En Medio, 67) o en muchos de los puntos de atención repartidos en las principales poblaciones valencianas. Pero también en asociaciones como la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana. "Nos está llegado mucha gente escandalizada al ver la factura", relataba ayer su responsable, Isabel Dolz.

El origen del problema está en el cambio de facturación puesto en marcha por Iberdrola desde el 22 de diciembre para adaptarse a la nueva normativa estatal. El recibo ha dejado de ser bimestral y se emite cada mes. Sin embargo, la lectura se sigue haciendo cada dos meses. Y aquí está el problema. El mes en el que no se comprueba el gasto, Iberdrola factura una suma estimada basada en el consumo del mismo mes del año anterior. Sin embargo, en centenares de clientes, el coste de la primera factura mensual ha sido "totalmente desproporcionados comparado con los importes de los recibos habituales de electricidad", según la UCE."Si te digo lo que me han cobrado no lo crees. El año pasado pagaba en la empresa unos 2.000 euros al mes, pero solo por enero me piden 60.000 ¡Son unos sinvergüenzas!", clamaba otro de los afectados en el local de la calle de Alboraia de Valencia.

El ambiente entre el medio centenar de personas que aguardaba su turno ayer por la tarde era de enfado y desconcierto contenidos. Nadie decía nada. Sin embargo, cuando uno de ellos comentó lo que le había pasado, las historias empezaron a brotar. "Por un mes me han cobrado 150 euros, más del doble de lo que pagaba por dos", decía uno de los afectados mientras mostraba las facturas. "En diciembre no hemos estado en casa y tenemos que pagar 430 euros de luz", afirmaba un matrimonio joven. Y se preguntaban: "¿Por qué pagar una estimación, que no se corresponde con el gasto real, si se pueden revisar los contadores?"

Los abonados "no han sido adecuadamente informados del cambio de facturación, lo que ha aumentado el desconcierto al recibir dos facturas seguidas", comentaba ayer Isabel Dolz. Para la responsable de la Unión de Consumidores, el modelo de facturación de las compañías "debe ser revisado de forma que el consumidor únicamente abone los consumos realizados y no estimaciones de la compañía".

Desde Iberdrola se apunta que la facturación actual "es idéntica" a la que se hubiese producido con el anterior sistema. Recordaron que se ha tomado como referencia el consumo del mismo periodo del año anterior en las facturas estimadas, que se han elaborado a través de desarrollos informáticos "para calcular la forma más precisa". En todo caso, si se ha producido una facturación excesiva -porque, por ejemplo, el consumo del año pasado sobre el que se ha evaluado la factura actual fue muy superior- "se regularizará con las facturas reales de la próxima factura", descontando el dinero cobrado de más. Esto sucederá tanto a la baja, como al alza, si las estimaciones han sido inferiores al consumo real. Pero no hace falta esperar al mes siguiente. Fuentes de la compañía apuntaron que si se traslada a Iberdrola, ya sea presencialmente en los puntos de atención o a través del servicio telefónico, la lectura real del contador, la compañía se compromete a modificar la facturación a los pocos días de forma que se ajuste al gasto.