Una menor pasa 48 horas a oscuras y sin medicación "por sorpresa"
"Las personas que gestionan Picón, de la Fundación O'Belen, hacen daño a otros trabajadores en el sector", desliza uno de los trabajadores, anónimo por petición propia, de otra de las residencias de menores tutelados investigadas por el Defensor del Pueblo. "Admiten a mucha más gente de lo razonable", insiste, para concluir: "Es una barbaridad". Sobre lo "estricto" de sus métodos, prefiere "no hablar".
Otras personas que orbitan en el mundo de la protección de niños y con acceso directo a Picón, apuntan directamente a que el lugar "se pasa con la dureza". Algunos de los chicos internados, sin embargo, admiten que en los últimos dos meses "han levantado un poco la mano". Las continuas denuncias, el suicidio de un menor de 12 años y las subsiguientes advertencias de la Consejería de Asuntos Sociales madrileña han reducido, aunque no eliminado, las vulneraciones de los derechos.
El presidente de la Fundación O'Belen, Emilio Pinto, niega cualquier caso de malos tratos. Sin embargo, los testimonios de menores recluidos allí se amontonan en los dossiers que cuidadosamente han ido acumulando varios ex trabajadores del lugar. Historias que relatan todo tipo de humillaciones y castigos corporales. Por ejemplo, el de la niña S., una menor que denuncia que fue encerrada 48 horas a oscuras. O que le han suspendido "por sorpresa la medicación". Esta misma menor se lamenta de que "cambian de normas cada dos por tres. Parece que se las inventan". Además, denuncia que nunca la llevaron al ginecólogo, pese a haberlo solicitado muchas veces. También asegura que la han dejado "mucho tiempo sin comer" como castigo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.