El Madison nunca olvidará a Bryant
El líder de los Lakers se convierte con 61 puntos en el máximo anotador de la historia en la cancha de Nueva York
Nadie mejor que un viejo zorro de la NBA para intuir que se avecinaba una noche memorable. "Antes del partido, noté su determinación. Estaba muy concentrado, de un humor sombrío", explicó Phil Jackson, el técnico de los nueve anillos. El sujeto en cuestión era Kobe Bryant, el héroe del Madison Square Garden de Nueva York, el hombre que dejó como un colador el aro de los Knicks. Sus 61 puntos, récord en la mítica cancha, son de otra galaxia. Quedan lejos de la plusmarca general de la Liga profesional norteamericana de baloncesto, los 100 de Wilt Chamberlain en 1962: otros tiempos. Tampoco están siquiera entre sus tres mejores registros, empezando por los 81 a los Raptors en 2006. Aun así, la exhibición de Bryant pasará a los anales. Fue una metralleta, un poseso en busca del enceste por cualquier camino, desafiando las leyes de la gravedad con sus saltos, bailando con sus defensores, jugando al billar con los cuerpos de compañeros y rivales, con un golpe de muñeca casi infalible: 19 canastas, tres de ellas triples, en 31 lanzamientos, además de 20 tiros libres sin fallo en 36 minutos. Al público, rendido a la exhibición, no le dolieron prendas. Le despidió con una cerrada ovación mientras coreaba el grito "MVP, MVP!", reclamando que se le otorgue de nuevo el trofeo al mejor jugador del campeonato, el que logró la pasada temporada por primera vez en una carrera que empezó en 1996 y que, se mire por donde se mire, trata de reflejarse en la estela que dejó un mito como Michael Jordan.
El equipo angelino sumó 92 puntos entre los de su gran estrella y los 31 de Gasol
Los Lakers ganaron por 117-126 amparados también por la aportación de Pau Gasol: 31 puntos, 14 rebotes, cuatro asistencias y tres tapones. Entre Bryant y él sumaron 92 puntos, más de los que anotan algunos equipos.
"Esta cancha es especial. Los aficionados te abuchean, pero, al tiempo, saben apreciar el juego y en este partido me he sentido muy bien por su reacción", explicó Bryant. Jugar en el Madison supone una motivación especial para las figuras de todas las épocas. Jordan solía apretar el acelerador en el pabellón neoyorquino. Allí sumó 55 puntos en 1995. La mejor marca en el majestuoso escenario pertenecía a un jugador de la casa, Bernard King, con 60 en 1984. Pero este curso nadie había superado la barrera de los 55 que anotó Tony Parker con los Spurs en un partido ante Minnesota.
Concluida la exhibición, todos se preguntaban por la motivación que inspiró a Bryant. "Es una combinación de varias cosas", contó el propio interesado; "la lesión de Bynum, una especie de desafío al empezar la gira [ocho partidos fuera y cuatro en casa este mes], me hizo sentir que necesitaba concentrarme incluso más de lo habitual". Pero había algo más: "Me llegó un mensaje. Después del partido tenía que supervisar el documental que estoy haciendo con Spike Lee y no tenía ganas de sentarme junto a él y aguantarle sus batallitas sobre los Knicks. Eso añadió un incentivo". Spike Lee, el conocido director de cine, es un fanático de los Knicks y presenció el duelo desde una de las primeras filas, como suele hacer siempre que puede.
Bryant todavía arrastra el sinsabor de ser el protagonista involuntario de la jugada en la que Bynum se lastimó la rodilla izquierda, una lesión que le dejará fuera de combate durante dos o tres meses. El percance obliga a recomponer la disposición de los Lakers y Gasol volvió ante los Knicks a la posición de pívot que ya ocupó la pasada temporada debido a otra lesión de Bynum. Jackson dio entrada a Josh Powell para dar descanso a Gasol antes que recurrir al otro pívot nato de la plantilla, Mihm, junto a M'Benga, que ni siquiera se vistió de corto. Odom volvió a ser titular ocupando la posición de cuatro, en la que hasta ahora actuaba Gasol, y logró seis puntos y 14 rebotes.
Fue una jornada de lesiones. Chris Paul (Hornets) se lastimó los isquiotibiales y Jameer Nelson (Magic) se dislocó un hombro. La baja de Nelson, designado base reserva para formar con el equipo de la Conferencia Este en el All Star, abre la posibilidad de que José Manuel Calderón sea designado para ocupar la vacante en el partido que se disputará el día 15 en Phoenix. El sustituto de Nelson debe ser designado por el comisionado de la NBA, David Stern. Los candidatos, además de Calderón, son Mo Williams (Cleveland), Rajon Rondo (Boston) y Vince Carter (Nueva Jersey).
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