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Columna
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¡Katastrggoff!

Jesús Ruiz Mantilla

"¿Madrid? C'est la catastrof!". Qué cuca. Cómo lo sabía ella. ¿Recuerdan la frase? En principio fue la valoración profética que Espe hizo a propósito del caos meteorológico aeroportuario. Su granito de arena para machacar un poco a la ministra Magdalena Álvarez por la nevada, la huelga encubierta de la panda esa de los pilotos y todo el mogollón aquel. Pero los acontecimientos posteriores han dejado lo que ocurrió esos días en una minucia. Si lo del Cristo salido a medias de los elementos y la incapacidad de reacción de todas las autoridades públicas fue "la catastrof", para el pollo de los espías conviene inventar otro término.

Seguro que a la presi Matahari y a dos de sus cuates, el consejero de Interior, Granados, alias yo no sé, yo no he sido, y el de Sanidad, Güemes, que se ha lucido como gran maromo mamporrero linchaperiodistas, les encantaría éste: ¡Katastrggoff! No sólo porque tiene reminiscencias políglotas que a ella le pirran como buena cosmopolita intrépida, sino porque suena apocalíptico y desastroso a partes iguales. Justo como la que se ha montado.

La 'presi' Matahari y sus dos cuates en dos días convertían la isla de Perejil en un Guantánamo

Apocalíptico porque, de esto, Aguirre no va a levantar cabeza. Está rodeada y la tienen ganas, sobre todo en el PP. Empezando por el pobre Rajoy y María Dolores de Cospedal, a la que ninguneó a gusto, me cuentan, antes de que fuera secretaria general de su partido. No digamos, su enemigo íntimo el alcalde Gallardón, que ya hasta se despiporra de la cosa en los plenos. Sólo le quedan como aliados los más obtusos -véase Aznar and company- y una caterva de periodistas a sueldo que lanzan homilías en Telemadrid y se autodenominan, alucina vecina, independientes.

Desastroso porque, no me digan, la cosa parece digna de Mortadelo y Filemón. Tampoco podía ser de otra forma, cuando se han empeñado en perfilarse como protagonistas del mogollón negándolo todo con declaraciones a la luz pública los amigos Granados y Güemes. Dos cerebros de aquí te espero... En fin. Después de que este periódico, con un par, fuera dejando en cueros el ambientazo que vive el PP con este caso, quedan muchos enigmas por resolver. Primero, quién empezó con el juego. Después, por qué se espía a unos y no a otros, y quién contraespía y cómo y para quién. Bien curioso que saliera el vicepresidente Ignacio González en plan víctima con su propia moto para dejar claro que en todas las facciones cocían habas. ¿Qué se olería?

Reconozco que me mareo con el tema. En la misma medida que me espeluzno. Porque lo más grave no son esas cosas, sino lo que se desprende de los métodos utilizados. Si se espían entre ellos sin competencias, ¿qué no serán capaces de hacer con quienes no son del club o de su cuerda? No quiero pensar en lo que nos meteríamos si esta mujer y los suyos llegaran a gobernar España, tal como pretenden. En dos días nos montaban un Guantánamo por la isla de Perejil. O un KGB con dossiers a trocho y mocho de la que nadie escaparía sin sospecha.

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Es todo un modelo de procedimiento político. Toda una concepción siniestra y peligrosísima del poder la que queda de manifiesto. Aquélla basada en la máxima de que el hombre es un lobo para el hombre. La misma que pone de manifiesto la absurda paranoia neocon -me resisto a denominarlo ideología- que el mundo se encuentra ahora mismo ventilando por habernos conducido a un desastre y un cataclismo sin precedentes.

Cuando vemos a Obama ir paso a paso, pero rápidamente, reparando los agujeros que ha sufrido la democracia con Bush caemos en ello. Al oírle anunciar el cierre de aquellos lugares en los que se ha practicado la tortura, la retirada de Irak y su condena a los piratas de Wall Street, nos damos cuenta de la locura padecida estos años. Un delirio general derivado de una corriente ideológica perversa que sigue haciendo estragos en otras partes. Por ejemplo, y a escala medio aficionada, castiza y patética, en la Comunidad de Madrid.

Menos mal que quedan políticos con seso como Inés Sabanés. Es de agradecer cómo algunas se empeñan en dignificar la cosa pública con un interrogatorio ejemplar. La representante de Izquierda Unida zurró y acorraló de lo lindo a Granados el pasado viernes en la Asamblea regional. Se quedó mudo. Sin respuesta. Ni se había preparado lo suyo. Llegaba de paseo, el tío. Y encima cobrará la nómina. Será que cuando las evidencias cantan, las chapuzas, callan. Lo dicho: la pura Katastrggoff.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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