Arrancan los cambios de la red de Cercanías por las obras del AVE en la Sagrera
Nuevos paseos en la zona de la Sagrera y modificaciones en la red de Cercanías del norte de la ciudad relacionados con el mismo asunto: la transformación que comporta el paso del tren de alta velocidad.
Desde ayer, las obras del AVE en el entorno de la estación de Sant Andreu Comtal modifican el recorrido y el tiempo de viaje de la línea de Cercanías C-2, que utilizan a diario unas 130.000 personas. Tendrán una duración aproximada de unos dos años. Esa línea, que enlaza Maçanet-Massanes (Girona) con Sant Vicenç de Calders (Tarragona), es la más afectada por esas actuaciones porque empeora las frecuencias de los trenes. La C-1, que une Maçanet-Massanes y L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), y los trenes de media distancia del corredor Barcelona-Girona-Portbou también sufren cambios aunque en menor grado. La dirección de Cercanías reconoció que la afectación de la línea C-2 generará molestias a algunos viajeros y ventajas a otros. Aunque las modificaciones entraron en funcionamiento ayer, Renfe aguarda a mañana para comprobar cuál es el resultado de los cambios en un día laborable. Tanto Renfe como Adif quieren evitar las molestias y problemas que se sucedieron en las obras del AVE en Bellvitge y Sants que terminaron con la supresión de Cercanías por la cadena de socavones en el verano de 2007. Por eso, ahora han decidido intensificar las medidas y recursos disponibles para afrontar con rapidez los problemas que puedan surgir. La zona norte de la ciudad, entre Sagrera y el Nus de la Trinitat, tiene una ventaja sobre la entrada por Sants porque no hay tanta presión urbanística.
La reforma de la calle de Garcilaso permite crear una nueva plaza pública
El reflejo de lo que supondrá para la zona norte de la ciudad la estación de la Sagrera -de incierta fecha hoy por hoy- ya se empieza a notar en la urbanización del entorno. La calle de Garcilaso, por ejemplo, ha pasado de ser una estrecha vía de 10 metros de ancho a un paseo de 45. Ayer, los alcaldes de Barcelona y de Elche, Jordi Hereu y Alejandro Soler, respectivamente, presidieron el acto festivo -que resultó un poco pasado por agua por la lluvia- por la inauguración del nuevo eje formado por las calles de Garcilaso, Costa Rica y la plaza de los Jardins d'Elx. Una placa y una reproducción de la Dama de Elche se colocaron en los nuevos jardines.
La reurbanización de esa zona ha mejorado la accesibilidad al barrio de la Sagrera y ha supuesto la comunicación del núcleo histórico del barrio a la trama cuadriculada típica del Eixample.
Las obras de la calle de Garcilaso, entre la avenida Meridiana, la calle de la Sagrera y la plaza de los Jardins d'Elx han eliminado barreras arquitectónicas y han convertido lo que durante décadas fueron calles estrechas y sombrías en un paseo ajardinado. La calle de Costa Rica, entre Ciutat d'Elx y la de la Sagrera, se ha convertido en una zona preferentemente peatonal y una amplitud de 20 metros de ancho.
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