24 detenidos por blanquear dinero de la heroína con la 'hawala' islámica

Un grupo de turcos que vendía heroína en Madrid utilizaba una red de paquistaníes para lavar las ganancias del negocio. Las dos bandas han sido desarticuladas por la policía en una operación en la que han sido detenidas 24 personas de seis nacionalidades. El blanqueo del dinero de la droga se efectuaba mediante el sistema de la hawala. Ésta es una especie de banca paralela de origen islámico, gracias a la cual el dinero rebota de manera virtual o física de España a Dubai, de aquí a Pakistán y desde este país a Turquía, lo que confirma una vez más que si un negocio está realmente globalizado ése es el del narcotráfico.

La doble banda funcionaba de manera muy sencilla. Los traficantes, que tenían su base en un restaurante de comida de su país, recogían la recaudación de sus negocios en metálico y la llevaban a un locutorio sito en el centro de Madrid que servía de tapadera a la red de paquistaníes. Por una comisión de entre el 5% y el 7%, estos últimos expedían el dinero hacia Turquía.

Los traficantes tenían su base en un restaurante de comida turca

Cuando la policía entró en un locutorio, encontró dos bolsas con 252.000 euros

El dinero no necesariamente tenía que hacer físicamente el viaje. La hawala funciona como el viejo sistema de giros postales, pero fuera de cualquier control. Es un método muy extendido como sistema de intercambio económico en todos los países musulmanes y es un quebradero de cabeza para los investigadores del terrorismo islamista.

El dinero se entrega en una oficina de un punto del planeta y en la otra esquina del mundo alguien recibe una llamada y entrega el dinero al receptor (generalmente el dueño de la droga y un representante de los intermediarios del transporte del estupefaciente), que debe presentar como recibo de cobro un billete de 50 euros con una numeración determinada que sólo conocen pagador y cobrador. Ese billete se denomina el toque.

El dinero sólo viaja físicamente si el corresponsal lejano se queda sin liquidez. Esto es lo que debía haberle ocurrido a la red paquistaní, ya que cuando la policía entró en el locutorio se topó con dos bolsas dispuestas para el viaje con un total de 252.000 euros en billetes pequeños. Dos ciudadanos ingleses eran los que iban a hacer de mulas, de transportistas del dinero, también a comisión.

En esta fase de la operación desplegada por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría General de Policía Judicial fueron detenidas 17 personas y los agentes se incautaron de un total de 317.000 euros en billetes pequeños y arrugados, procedentes seguramente del menudeo de drogas en poblados marginales.

Las pesquisas, iniciadas en el mes de noviembre, permitieron observar cómo de forma periódica pasaban por el locutorio conocidos narcotraficantes turcos. La policía detuvo durante la operación a una mujer justo cuando entregaba a los paquistaníes un paquete de dinero cuyo origen le fue imposible de justificar. El seguimiento de los compinches de la mujer llevó el lunes pasado a los agentes hasta la calle de Antonio López, donde localizaron a uno de los cabecillas de la red y a un compinche mientras introducía una maleta en un Renault Clio.

Los funcionarios intentaron detenerlos pero, "tras una violenta y brusca maniobra en la que peligró la integridad de los policías", lograron darse a la fuga, seguidos de cerca por los investigadores. La "accidentada persecución", como la definió ayer la policía, se desarrolló hasta la avenida del Planetario, donde los narcos fueron finalmente interceptados.

La maleta de ruedas, depositada en el asiento trasero del Clio, tenía un doble fondo en el que se ocultaban dos kilos y medio de heroína de excelente calidad. El coche, además, había sido modificado para hacer una caleta, un escondite entre las chapas, donde estaban ocultos otros 124 gramos de heroína, 360 de cocaína y sustancias para cortarla y sacarle más beneficio al producto.

La pesquisa condujo hasta el restaurante de comida turca donde solía reunirse el grupo y servía de tapadera para los negocios. El registro llevó a localizar una mochila y otras dos bolsas de deportes en las que se apelmazaban 450.000 euros en billetes, escondidos entre las bolsas de pan para kebabs.