Opel lanzará su coche eléctrico en 2011
El Ampera puede recorrer 60 kilómetros con sus baterías - Lleva un motor 1.4 de gasolina para recargarlas en marcha y aumentar la autonomía - Alcanza 160 km/h y gasta 1,6 litros en los primeros 100 kilómetros
Los coches eléctricos servirán para la ciudad, los llamados supereléctricos -con un generador que carga las baterías en marcha- cubrirán los recorridos interurbanos, y el hidrógeno se utilizará en viajes, autobuses y transporte por carretera. Así es la hoja ruta del automóvil para romper la dependencia del petróleo en los próximos 10 años. En el periodo de transición, e incluso después, los nuevos sistemas de propulsión convivirán con las evoluciones de los motores actuales -gasolina y diésel- y sus versiones híbridas con apoyo eléctrico. Otros combustibles, como el bioetanol (Suramérica) o el gas natural (Rusia y el norte de África), se usarán en las regiones que puedan producirlos de forma eficiente. Y el petróleo se reservará para los aviones si no llega otra alternativa.
General Motors ha elegido los coches supereléctricos de autonomía extendida como primer paso para desarrollar las baterías y llegar antes al mercado. Así, el Chevrolet Volt saldrá a la venta en EE UU a finales de 2010 y, al igual que su gemelo alemán, el Opel Ampera, llegará a Europa a finales de 2011. Todavía no hay precios, pero están en la última fase de desarrollo y pueden recorrer 60 kilómetros con baterías sin emitir un gramo de CO2, y con prestaciones correctas: 150 CV, 160 km/h y 9 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h (112 CV, 170 km/h y 10,9 segundos en el Toyota Prius). Además, llevan un pequeño motor 1.4 de gasolina que recarga las baterías en marcha y permite hacer más de 500 kilómetros sin repostar. Esta solución resuelve la principal pega del coche eléctrico: el temor a quedarse tirado sin carga en la carretera.
Los primeros 60 kilómetros sólo se mueven con las baterías, y en los 40 siguientes gastan 1,6 litros para recargarlas, lo que supone 40 g/km de CO2 en los primeros 100 kilómetros (4,3 litros y 104 g/km en el Prius). Una vez agotadas las baterías, gastan 3,9 litros, unos 96 g/km de CO2 cada 100 kilómetros cuando se circula cargándolas en marcha.
La autonomía parece justa, pero si sus creadores no se equivocan, los Volt y Ampera apenas se verán por las gasolineras. Y es que, según estudios como Mobilitat in Deutschland, el 80% de los conductores de los países desarrollados recorre menos de 50 kilómetros al día, una distancia que permite cargarlos en casa.
Baterías antiplagios
El Volt es el laboratorio de GM para desarrollar la propulsión eléctrica. La clave de su viabilidad es el chasis, que incluye un hueco específico para las baterías y, al igual que éstas, es propiedad de GM y lo compartirán todos sus coches eléctricos para reducir costes. Las baterías forman un bloque en forma de T: un larguero longitudinal con dos módulos de 200 baterías cada uno bajo la consola del freno de mano, y otro transversal bajo los asientos traseros. Esta solución permite mantener las cuatro plazas y el maletero de los coches de su tamaño, protege mejor las pilas en los accidentes y evita plagios: el bloque sólo sirve para este chasis.
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