Madrid busca un icono para hacerse popular
París tiene la Torre Eiffel; Nueva York, la Estatua de la Libertad. Ahora, Madrid busca su propio icono turístico. Un lugar que la represente. Y no todo queda en la Puerta del Sol, El Escorial o Cibeles. Los tiempos cambian y las Cuatro Torres y el Santiago Bernabéu se han colado en la lista. Los encargados de votar entre las 16 propuestas son los visitantes de Fitur, la Feria de Turismo que ayer celebraba el Día de Madrid en Ifema.
Entre 170 países y regiones, hay que esforzarse para llamar la atención. Siete estrellas (las de la bandera), decoradas con instantáneas de la región, es el diseño elegido por la Comunidad para su stand. La mirada del fotógrafo Fernando Manso, con el cielo como protagonista, pasa de la ciudad monumental a una naturaleza onírica, envuelta en niebla, misteriosa. Y, con la crisis, poco más. 40 expositores de empresas ofreciendo sus productos y unos cuantos ordenadores en los que se invita a conectarse a Facebook o a Tuenti (la web de turismo quiere volcarse en el mundo 2.0) y a votar por el monumento emblemático preferido. "Hemos reducido presupuesto de los elementos visuales y son más sencillos que otras ediciones", explica la representante de Turismo de Madrid, Ángeles Alarcón. Lo que se traduce en una reducción a un cuarto de lo invertido el año pasado.
Pero, ¿cómo se vende Madrid? "Todos se quieren fijar en el top, así que promocionamos un turismo de lujo y de calidad", explica Alarcón. Como el gastronómico, que promociona hoy el cocinero Darío Barrio, con una presentación de platos típicos. Aunque este lujo no esté al alcance de todos (la feria no se abre al público hasta mañana), los visitantes sí podrán disfrutar de desfiles de moda y de espectáculos de flamenco y patinaje.
Pero hay más que ver en Madrid. La capital no deja pasar otra oportunidad de promocionar la candidatura olímpica en su stand. En torno a una cancha de baloncesto, las exhibiciones deportivas se alternan con un bombardeo de ofertas de ocio y cultura. "Aquí pasan muchas cosas a la vez". Así se vende la ciudad. Para evitar agobios, dicen, mejor quedarse varios días.
En las inmediaciones, y con expositores más modestos, los demás municipios se esfuerzan por agradar. En el de Aranjuez un dibujante hace caricaturas gratis mientras el de Navalcarnero da a probar sus vinos. Un poco más allá, en el de la Sierra del Oeste, un cocinero enseña recetas con setas de sugerentes nombres: "bombón de chocolate con boletus"; "paté de hongos con mermelada de frambuesa". Y, aquí sí, se pueden degustar en cualquier momento.
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