Aguirre acepta trabajar con los sindicatos en un plan anticrisis

Sólo la crisis es capaz de resucitar a un muerto. El diálogo entre la Comunidad de Madrid y los sindicatos volvió ayer a la vida después de más de dos años de desplantes, rupturas y críticas feroces entre unos y otros, gracias a la firma del Acuerdo para la reactivación económica y el empleo. Una vuelta al entendimiento tímida, casi imperceptible, ya que en realidad no se firmó ninguna medida concreta sino que se habló de intentar llegar a un acuerdo para trazar un plan anticrisis. Ambas partes sólo coinciden en una cosa: con 480 parados al día en Madrid, no se puede mirar a otro lado.

"Lo único que se ha pactado es contenido, voluntad y procedimiento", reconoció Miguel Ángel Abejón, secretario de organización de UGT-Madrid. De momentos, soluciones ni una. Aun así, Abejón lo considera un logro, igual que Javier López, secretario general de CC OO-Madrid. Se conforman con poco porque el diálogo social lleva desde 2006 enterrado.

480 trabajadores de la región engrosan las listas del desempleo cada día

Así que ayer enterraron unos minutos el hacha de guerra. La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, fue la encargada de presentar las pocas cosas en las que coinciden sindicatos, patronal y Gobierno regional. El plan anticrisis, si llega a pactarse, se centrará en dos mesas de diálogo, una sobre economía y otra sobre empleo. Las ayudas, si las hay, se distribuirán entre hostelería y pequeñas empresas, innovación, promoción de nuevos mercados, financiación y formación. No se habla todavía de cuántos euros piensan gastar. Tampoco de plazos.

"Hemos abierto una vía. Pero será difícil llegar a ningún acuerdo", adelanta el responsable de CC OO. Tampoco ven fácil pactar con los empresarios si se habla de despidos más baratos. ¿Qué les impulsa a dialogar si ven tan claro el fracaso? Todos coinciden: el "drama" del paro.

Madrid ha sido durante años la locomotora de la economía española. Su desempleo siempre ha estado por debajo de la media del país. Ha acumulado la mayor parte de las nuevas empresas. Desde 2001, su economía supone el 17,7% del total de la riqueza española. Sin embargo, la crisis no ha pasado de largo. De las 4.500 personas que cada día se quedan en paro en España, 480 son de la Comunidad. Esto, sumado al desplome total inmobiliario (el 9,2% de la población activa madrileña se dedica al ladrillo) y el alto endeudamiento de las familias (el mayor de España), han llevado al Gobierno regional a pensar en negociar. "Ya llegamos tarde", dice UGT. "Hasta ahora Aguirre le echaba la culpa al Gobierno. Al menos ahora reconoce que algo puede hacer", zanja CC OO.