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Las secuelas del vendaval

El alcalde de Sant Boi dice que la culpa sólo fue del viento

El local no había sido revisado al no detectarse anomalías

"La construcción y el mantenimiento del túnel de bateo eran adecuados, fue construido bajo las normativas de la época. El siniestro fue provocado por causas meteorológicas excepcionales". Éste es el diagnóstico que ayer ofreció el alcalde de Sant Boi (Baix Llobregat), Jaume Bosch (PSC), basándose en las primeras investigaciones del Consistorio sobre el túnel de bateo que el sábado se hundió y sepultó a 13 niños, cuatro de los cuales murieron aplastados. El informe, realizado por el propio Ayuntamiento y presentado ayer, sostiene que el derrumbe se debió a "una solicitación absolutamente extraordinaria para la cual la construcción no había estado pensada". El techo saltó por los aires por un efecto de arrastre al coincidir la fuerza de succión del aire sobre el tejado y la presión en el mismo sentido del viento que entró en el edificio por una puerta. El efecto arrastre elevó la velocidad del viento a unos 149 km/h.

La estructura del túnel de bateo, reconstruido en 1994, no se revisó a fondo en los 14 años que funcionó, reconoció el alcalde, ya que era una instalación nueva en la que "nunca se habían detectado anomalías". Bosch subrayó que "el mantenimiento era el adecuado". Anualmente, técnicos del Ayuntamiento revisaban las instalaciones deportivas de la localidad.

La Diputación de Barcelona realizó en 2002 un informe que describía el túnel de bateo como "uno de los mejores de Cataluña, en muy buen estado y de buena calidad", añadió Bosch. La última entrada de técnicos en el recinto se produjo en diciembre de 2008, cuando se cambió la iluminación del túnel. "Estuvieron en el techo y no vieron grietas ni desperfectos", aseguró Bosch.

El túnel se construyó, según el proyecto de obra redactado en 1992, con hormigón armado y se realizó con bloques de mortero de cemento, igual que el resto de las instalaciones. La construcción se reforzó con pilares y una viga que recorría el perímetro. El techo, que se desprendió por el viento y causó el derrumbe del pabellón, era de placas metálicas, cerrado lateralmente y anclado a la viga. La obra fue realizada por Construcciones J. García Martos, de Sant Vicenç dels Horts. Un portavoz de la firma explicó que conservan de entonces las "tres certificaciones" de obra, pero nada más. "Conservamos la documentación durante 10 años, pero en el Ayuntamiento debe de estar todo. Hicimos la obra en tres o cuatro meses, pero no recordamos más".

Para certificar las conclusiones de los técnicos municipales, el alcalde ha solicitado una revisión al Colegio de Arquitectos, al departamento de Física Aplicada de la UPC y al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. "Las tragedias enseñan y debemos sacar conclusiones. Deberíamos revisar los planos de ingeniería para adaptarnos a unas condiciones más extremas. Debemos adaptar las ciudades a inclemencias climáticas mucho más fuertes", reclamó Bosch, respaldado en su comparecencia por todos los grupos municipales. Para el alcalde, la alerta de la Generalitat, vista la tragedia, fue insuficiente: "La situación se descontroló". La culpa, reiteró el alcalde, fue del viento.

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