La tensión en el campo cordobés se agrava con la agresión a un patrón

El agrio enfrentamiento entre los trabajadores del campo cordobés y la patronal Asaja a causa de la negociación del convenio colectivo se agravó ayer con la agresión sufrida por el secretario general de la citada asociación en Córdoba, Rafael Navas, que recibió un paraguazo en un ojo cuando intentaba atravesar la barrera que varios centenares de jornaleros habían formado a las puertas de la sede de la asociación. Los trabajadores se concentraron ayer a las puertas de la sede de Asaja como acción de arranque de la huelga general indefinida, la primera desde 1993, convocada por los sindicatos UGT y CC OO ante el callejón sin salida en el que se encuentran las negociaciones sobre el convenio colectivo.

Los sindicatos dicen que el 98% de los trabajadores secundaron el paro

"Cuando tres representantes salimos a hablar con los manifestantes, fuimos recibidos con una lluvia de objetos. Nuestro secretario provincial, Rafael Navas, recibió el impacto de una banderola en el ojo, lo que le provocó un hematoma en el globo ocular y lo trasladamos a un centro médico", explicó Ignacio Fernández de Mesa, presidente de la patronal en la provincia.

De Mesa anunció la intención de la asociación de empresarios agrícolas de presentar ante el juez una denuncia contra el secretario general del Sindicato Provincial Agroalimentario de CC OO, Rafael Estévez: "Por instigar la agresión".

Con semejante tensión, parece complicado que se inicie una pronta negociación. El nuevo acuerdo marco de relaciones laborales trata de reformar un convenio que apenas ha variado desde que se redactó en los años setenta. Para abordar el cambio con detalle, CC OO y UGT crearon una plataforma que redactó unos puntos clave de negociación. Entre éstos, se encuentran una subida salarial media de un 5,30%, la creación de pluses en función de la penosidad, que desaparezcan las categorías laborales tal y como están definidas actualmente y que se establezcan en su lugar grupos profesionales.

Pero la negociación nunca llegó a producirse y los criterios de patronos y sindicatos del sector fueron enconándose, hasta desembocar en una convocatoria de huelga que ha servido a Asaja como excusa última para no sentarse a la mesa.

Todo lo contrario que ha ocurrido en provincias como Jaén donde, en noviembre, esa misma patronal alcanzó con los sindicatos un acuerdo que garantizaba la subida salarial del 4,9% en el primer año y del IPC más un punto y medio en los dos siguientes para 120.000 trabajadores.

¿Por qué en Jaén sí y en Córdoba no? Fernández de Mesa defendía ayer la postura de la patronal cordobesa. "La situación económica de entonces en Jaén y la de Córdoba ahora eran diametralmente distintas", sostuvo.

Una de las principales lagunas del acuerdo jiennense fue ignorar, por enésima vez, los alojamientos para jornaleros. "En el caso de Córdoba, esta demanda entra dentro de la plataforma de peticiones, pero no de los puntos prioritarios, porque hay problemas más acuciantes. Lo que sí falta en la provincia es una red de albergues para temporeros en tránsito en busca de trabajo", aseguraba ayer la representante del campo de UGT de Córdoba, María Trujillo.

Mientras que los patronos afirmaron que el paro había tenido una respuesta nula, los sindicatos calculaban que entre el 97% y el 98% de los 70.000 trabajadores convocados no habían ido a trabajar. Por su parte, la asociación agraria Coag prefirió incidir en la dificultad de hacer un cálculo, ya que la lluvia hizo, en su opinión, que muchos peones se quedaran en casa, independientemente de la convocatoria.