Comienzan las obras para ampliar la terminal de pasajeros de Loiu

La terminal del Aeropuerto de Bilbao aborda una ampliación de gran calado sólo siete años después de su inauguración. AENA invertirá 26 millones de euros en el cerramiento de la zona de espera de llegadas y en mejorar los accesos al edificio. Unos 3.500 metros cuadrados pasarán a estar cubiertos y climatizados, tal y como venían demandando los usuarios. Begoña Llarena, directora del aeródromo, aventuró ayer el verano de 2010 como fecha de conclusión de las obras, que se inician en febrero.

"El área de llegadas del aeropuerto quiso ser una novedad, pero, evidentemente, no responde a las necesidades de los usuarios", reconocía ayer Llarena. Santiago Calatrava, el arquitecto que proyectó el nuevo aeropuerto de Bilbao -estrenado en noviembre de 2000- diseñó un espacio abierto a la salida de la zona de equipajes. Así, aquellos que van a buscar a un viajero, en lugar de esperar en un hall, como en la mayoría de aeródromos, lo hacen bajo un enorme voladizo. "En invierno se pasa frío", coinciden en señalar varios usuarios. Al igual que pasa con el resbaladizo puente Zubi-Zuri de Bilbao, el clima de Euskadi no parece ser compatible con ciertas ideas del arquitecto.

La terminal afronta la reforma sólo siete años después de su inauguración

El nuevo proyecto -que incluye un perímetro acristalado de 180 metros lineales para cerrar esta zona- ha sido adjudicado al propio Calatrava. "Así lo exige la normativa de propiedad intelectual", mantuvo la directora, que añadió que las actuaciones -adjudicadas a OHL- se dividirán en cuatro fases para permitir el normal funcionamiento del aeropuerto durante el año y medio que está previsto que duren los trabajos. La primera empezará en febrero, pero ayer varios operarios ya trabajaban en la adecuación del entorno.

Cuando las obras concluyan, además de haberse mejorado el confort de los usuarios -especialmente el de los acompañantes que acuden a esperar a los pasajeros-, el número de ascensores habrá aumentado de 7 a 11 y las puertas de embarque de 12 a 14. También se incrementarán los viales de acceso, que pasarán de 5 a 7, y se construirán dos rampas que comunicarán la terminal con el aparcamiento. El aeropuerto, en palabras de la responsable, ganará en "accesibilidad".

La directora de Loiu no eludió comentar las malas espectativas de la sociedad para la promoción del aeropuerto, Bilbao Air. El director de esta entidad, Jon Gangoiti, anunció en noviembre un descenso de hasta el 10% de los viajeros durante los tres primeros meses del año. Llarena añadió otro dato: las aerolíneas que operan en el aeródromo adaptarán su oferta de vuelos a esta menguada demanda. "Prevemos que durante el primer trimestre del año se puede producir una reducción de los asientos ofertados del 18%, señaló.

Pese a ello, la directiva cree que lo mejor que se puede hacer ahora es "seguir trabajando para ofrecer más destinos y servicios". El Aeropuerto de Bilbao sigue intentando ampliar sus rutas, para lo cual mantiene negociaciones sobre todo con Amsterdam, Berlín y Nueva York. La nueva reforma es un activo, ya que "aumenta la capacidad del aeropuerto", pero, por el momento, "la coyuntura no es buena", explicó la directora.

Gangoiti confiaba hace dos meses en que el proyecto de ampliación sirva para que el aeropuerto salga "con más potencia" cuando pasen estas "épocas difíciles". Entre tanto, como recordaba ayer Llarena, "las obras" al menos "generarán empleos directos e indirectos".