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Quejas por la improvisación de la Xunta en el cierre de colegios

190.000 alumnos se quedan sin clase en centros de A Coruña y Lugo

La alerta roja por temporal dejó ayer sin clase a unos 190.000 estudiantes de colegios de A Coruña y Lugo. La Consellería de Educación avisó a las 20.30 horas del jueves de que cerraban las puertas de los centros, pero muchos padres conocieron la noticia justo ayer, cuando a las nueve de la mañana dejaron a sus hijos en el colegio. "No hubo tardanza", se defendió la titular de Educación, Laura Sánchez Piñón, de las quejas de las familias. "La meteorología no es una ciencia exacta y la predicción podía cambiar. Avisamos a los centros cuando se dio la mayor alerta".

El PP se sumó a las denuncias de los padres y criticó la "falta de previsión" de la consellería por avisar de la suspensión de las clases con 11 horas de retraso: "Meteogalicia elaboró la advertencia a las diez de la mañana", denunciaron. los populares

El transporte escolar recorrió rutas para informar a los padres

Los padres que no fueron informados a tiempo tuvieron que buscar canguros improvisados. Aun así, Educación asegura que los equipos directivos permanecieron en los centros hasta las 12.00 horas mientras las familias buscaban una solución. En otro intento de atenuar las consecuencias de la improvisación, el transporte escolar recorrió sus rutas para avisar a padres y alumnos de que no había clase.

La peor parte del temporal está aún por llegar. Al cierre de esta edición, Protección Civil alerta de un ciclón entre las nueve de la noche y las cuatro de la madrugada.

Los fuertes vientos tiraron ayer árboles en A Coruña, Pontevedra y Lugo. Para evitar accidentes por las caídas de ramas, el Ayuntamiento de A Coruña decidió en la tarde de ayer acordonar algunas zonas verdes, plazas y parques con arbolado. Malpica, a pocos kilómetros de la capital coruñesa, registró las ráfagas de viento de mayor intensidad al alcanzar los 105 kilómetros por hora. Aun así, Protección Civil espera que la intensidad del viento alcance, por la noche, rachas de 150 kilómetros por hora.

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El temporal también ocasionó desprendimientos de tierra en Poio (Pontevedra), Lobeira y A Teixeira (Ourense). Las lluvias formaron bolsas de agua en varias carreteras pontevedresas y provocaron el desbordamiento del río Landro e inundaciones en Xermade (Lugo). AENA canceló ayer todos los vuelos previstos desde Santiago a partir de media tarde. Algunas llegadas a Vigo se desviaron a Lavacolla y otras se anularon.

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