Bula municipal

N. V. es un lector que vive en la zona barcelonesa de Fort Pius, tiene coche y aparca en la calle en área verde. Hasta tres veces le ha pasado lo mismo: introduce el euro en la máquina para obtener el ticket que debe depositar en el vehículo y la máquina falla. Y ya se sabe: si falla el ciudadano, la culpa es suya y debe enmendar el entuerto; si falla el Ayuntamiento, la culpa es del Consistorio, pero es también el ciudadano quien apechuga con las consecuencias.

N. V. se pregunta qué debe hacer para recuperar el euro. Puede, por supuesto, reclamar, pero los teléfonos para hacerlo son de pago. Un portavoz municipal señala que el coste es mínimo. Cierto, pero a cargo de quien no tiene culpa. Luego, hay que ir a buscr el euro al distrito, por supuesto, en horas laborables.

La mejor solución, explican desde el Ayuntamiento de Barcelona, es buscar al vigilante y explicarle los hechos. El vigilante trabaja hasta las 20.00. Si el fallo se produce después, lo de avisar es cosa chunga. Le ocurrió a C. E., otra lectora, que vive en el Eixample. Dejó en la parte interior del parabrisas una nota en la que señalaba que fallaba la máquina. La respuesta la obtuvo al día siguiente en forma de multa. N. V., el lector de los tres fallos, pudo hablar en una ocasión con la vigilante de la zona. "Fue muy amable, me dijo que ya sabía qué coche era y que no me multaría y no lo hizo. También me pidió que si reclamaba lo hiciera también porque el teléfono es de pago, ya que se queja mucha gente". El Ayuntamiento no cambiará el teléfono. "Los gratuitos dan muchos problemas", dijo un portavoz. Será verdad que dan muchos problemas al Ayuntamiento; en cambio, los de pago sólo dan problemas a los ciudadanos y eso ¿a quién le importa?

Para quejas sobre las administraciones y empresas públicas dirigirse catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.