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Los alumnos de un colegio comen en un semisótano

La salida de emergencia desde el comedor pequeño del colegio público CP Prácticas de Valencia está directamente comunicada con el aparcamiento de la Facultad de Magisterio. Junto al pequeño comedor habilitado en el semisótano del edificio (construido en los 70) están instaladas las calderas para la calefacción, el almacén y un núcleo de escaleras que lleva al vestíbulo con puerta de reja. Ése es el escenario que se ofrece cada día a los cerca de medio millar de alumnos de niños de 3 a 12 años, que viven en el residencial barrio en expansión alrededor del complejo de la Ciudad de las Ciencias.

El CP Prácticas pertenece a la red pública de centros de la Consejería de Educación de la Generalitat Valenciana, que es la que tiene todas las competencias en materia educativa, pero el mantenimiento depende del Ayuntamiento. No obstante, el hecho de que la propiedad del suelo pertenezca a la Universitat de València está siendo la "coartada", según denuncia el Ampa, para "mantener en el abandono más absoluto unas instalaciones que precisan de una urgente remodelación integral". Y pide que, además de "dignificarlas, se contribuya a garantizar la seguridad de la comunidad escolar".

"El comedor es usado diariamente por 350 niños desde los 3 años en dos turnos", denuncian desde hace 4 años los padres ante la Administración autonómica y la municipal. El colegio tampoco dispone de gimnasio cubierto, por lo que las clases se dan cuando no llueve ni hace frío; y en la puerta, se acumula el agua por falta de una rampa.

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