Inflación, deflación y crisis

El jueves escuchamos las declaraciones del señor Vegara, a la sazón número dos de Solbes, y a la señorita Leire Pajín, secretaria de organización del PSOE, hablando, el primero, de la tasa de inflación (la cual decía que no era preocupante si mirábamos la subyacente -que no tiene en cuenta los precios no elaborados y energéticos-) y que no había riesgo de deflación, ya que eso se produce, según el secretario de Estado, cuando hay una caída continuada y generalizada de los precios. Por otro lado, Leire estaba contenta con la mayor paga que habían recibido los pensionistas y el mayor poder adquisitivo para comprar de la gente. Teniendo en cuenta que estamos en unas tasas de inflación del 1,4%, la más baja de los países de la Unión Europea, viniendo de las tasas más altas hace unos meses, denota que sí hay un problema real de posible deflación y, por tanto, carencia de consumo e inversión, que, junto con el déficit público por encima del 3% -problemas a los que tendrán que hacer frente los ciudadanos, si no es ahora, más adelante-, nos posicionan en una situación muy delicada de estancamiento y con una renta neta disponible muy escuálida, señora Pajín.