Inseguridad ciudadana
Estoy absolutamente de acuerdo con el artículo titulado Enfrentar la inseguridad ciudadana, publicado en el suplemento Domingo del día 4 de enero por Bernardo Kliksberg. En él se concluye que, para reducir la incidencia de la criminalidad en América Latina, los Estados necesitan intervenir con un enfoque social más efectivo que las simples actuaciones policiales. Entre las razones que apoyan tal conclusión está la de que en América Latina, uno de cada cuatro jóvenes está fuera del sistema educacional y del mercado de trabajo. Sólo el 49% de los jóvenes termina la secundaria.
Pues bien, acabo de regresar de un viaje a El Salvador y México para explicar, en distintas universidades, los resultados de mi tesis doctoral, en la que he efectuado comparaciones de adolescentes delincuentes de España y estos dos países americanos. El factor de protección más potente para que los adolescentes no se involucren en conductas delictivas ha resultado ser el nivel de formación alcanzado, y lo ha sido de la misma manera en los tres países comparados.
Los datos empíricos obtenidos en mi investigación apoyan los planteamientos defendidos en el brillante artículo del señor Kliksberg. Me sumo a sus conclusiones y espero que las instituciones responsables tomen las decisiones adecuadas para incluir socialmente a miles de jóvenes en riesgo.
