Llorente descongela al Athletic

En el último suspiro del encuentro Llorente igualaba el gol que Pandiani había conseguido minutos antes haciendo buenos los pronósticos lanzados por ambos entrenadores días antes del encuentro. La eliminatoria se decidirá en San Mamés a pesar del buen juego ofrecido por Osasuna. El césped aguantó los cuatro grados bajo cero que acompañaron el partido. Sin embargo, el juego desplegado por el Athletic no hubiera sido muy diferente con otra temperatura. La misión de los hombres de Caparrós era clara: el empuje navarro debía ser repelido sin contemplaciones. Arriba, Llorente y Vélez se limitaban a controlar los obuses y tratar de dirigirlos hacia la meta de Ricardo. Algo que no terminaba de suceder. Tan solo Susaeta parecía desatascar el juego. Por ambas bandas el extremo rojiblanco desesperó a la defensa rojilla. Y en una de esas acometidas llegó a encontrar el penalti. Sergio lo zancadilleó en el área, pero el colegiado Álvarez Izquierdo no lo entendió así. Ni la claridad de la jugada ni la escasa distancia a la que se encontraba el árbitro parecieron ser argumentos suficientes para decretar la pena máxima.

Aun así el Athletic no parecía encontrar el termostato del encuentro. Enfrente Osasuna, dueño del centro del campo otra vez gracias al inconmensurable Nekounam, pisaba con mayor asiduidad el área rival. El iraní, ordenó el juego rojillo durante todo el partido. Aliado con Ezquerro llegaron los agobios para Iraizoz. Los centrales del Athletic no se entendían mientras el riojano disparaba una y otra vez a puerta. Sólo Iraola, se atrevía a abandonar en contadísimas ocasiones su posición defensiva para reivindicar una banda derecha a la que tiene tomada la medida. A la salida de un córner pudo decantar la balanza. Osasuna lo intentó en más ocasiones y obtuvo su recompensa. Pandiani empujaba a la red un rechace en el área pequeña que parecía decantar la balanza algo a lo que se opuso Llorente.