Actuar en el Teatro de Madrid no tiene precio

"Yo necesitaba comprarme un violín, porque el viejo estaba mal. Esperaba dar varios conciertos con la Antología de la zarzuela, cobrarlos y así poder hacer la compra..., pero después de terminar las funciones pasaron dos meses y el productor siguió dando largas para pagarnos. Al final, tuve que pedir un crédito para el violín y ahora se me acumulan los intereses. No sólo eso. A estas alturas, ni siquiera puedo pagarme el alquiler".

La violinista Maya Valentinova todavía no da crédito a la "estafa" o "pereza para pagar" que ha sufrido. Cuando le propusieron participar en el espectáculo Antología de la zarzuela -de José Tamayo- que se representó en el Teatro de Madrid durante tres semanas del pasado octubre, no se lo pensó dos veces. Incluso dejó unas clases de música que habrían supuesto un trabajo de 14 pagas, por acompañar desde el foso a los bailarines y cantantes del repertorio zarzuelístico.

"No nos dieron de alta en la Seguridad Social", asegura una violinista

El productor afirma que los artistas recibirán este mes los salarios

Durante tres semanas, la intérprete se dejó la piel de los dedos en las cuerdas del violín, ensayo tras ensayo y función tras función ante la platea llena. Sin embargo, cuando quiso cobrar por su trabajo llegaron los problemas.

"Ya teníamos el inconveniente de que no quisieron contratarnos, ni darnos de alta en la Seguridad Social, al menos no a la orquesta. Al principio sí lo iban a hacer, pero cambiaron de opinión: el que quisiera contrato iba a cobrar menos; teníamos que hacernos autónomos y nos pagarían por factura. Nos dieron un papel a firmar, del cual no tenemos copia, y así empezamos", explica Valentinova, de origen búlgaro y residente en Madrid desde 2000.

"El productor, Enrique Robles, siempre ha dicho que nos va a pagar..., pero desde noviembre estamos esperando y, sinceramente, no creo que veamos ese dinero. Ahora tenemos que pagar la cuota por ser autónomos sin haber cobrado por el trabajo de hace meses", añade la intérprete.

Otra de sus sorpresas fue el misterioso documento -que algunos no firmaron- donde se advertía que cedían sus derechos para ser grabados y retransmitidos por televisión. "Cuando preguntamos cuánto cobraríamos por eso, nos dijeron que 25 euros, porque no era seguro que saliera en televisión. Sólo se cobra si sale, nos decían. Pero, ¿qué vamos a hacer? ¿Mirar la tele todo el día para ver si lo han sacado?".

Su caso no es el único. Como ella, se calcula que otros 39 compañeros de orquesta, 30 de coro y 10 solistas que participaron en aquella Antología de la zarzuela están en la misma situación, con dificultades para llegar a final de mes y búsqueda de nuevos conciertos para ir tirando. Como hasta ahora no estaban en contacto entre ellos, no saben exactamente cuántos casos hay. Sólo saben que muchos instrumentistas se han negado a hacer más representaciones del mismo espectáculo de zarzuela en otras provincias hasta que no vean el dinero de las funciones de octubre. Otros ya se están organizando para valorar la posibilidad de tomar medidas legales, pero no quieren dar su nombre por temor a perder oportunidades de trabajo si reivindican sus derechos.

El abogado Carlos Velicias se encarga de recopilar la documentación necesaria y los testimonios de músicos y cantantes que podrían denunciar al productor. "Legalmente, no podemos hablar de 'estafa', sino de 'salvaguardarse para no pagar' como demuestra el hecho de no hacer contratos o sólo dar de alta al ballet. Está claro que el engranaje recaudatorio de la Seguridad Social es mucho más fuerte que el de un músico particular; por eso no interesaba darles de alta. Todavía no tengo toda la información, pero el dinero a deber asciende a una cantidad importante", advierte el letrado.

Según sus estimaciones, se habría prometido una media de 1.000 euros a cada intérprete por el trabajo de tres semanas, con diferencias en cuanto a primeros violines o cantantes solistas que en este último caso cobrarían 3.000 euros. El productor Enrique Robles, por su parte, explica que sólo se trata de un retraso en los pagos y que este mismo mes los músicos y cantantes recibirán sus respectivos sueldos, ya que algunos han ido recibiendo parte de lo pactado.

"Todos los empresarios tenemos pequeños baches económicos de vez en cuando, y éste es el espectáculo más caro de zarzuela que existe actualmente en España. Sólo las representaciones en Madrid tenían una inversión de más de 350.000 euros, que la taquilla no cubrió. Mi intención es mantener esta obra, porque creo que hay que difundir la zarzuela, pero no daremos más funciones hasta que se solucione el pago a los intérpretes, y mi objetivo es conseguir nuevos patrocinadores para hacerlo cuanto antes", argumenta Robles.