_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Éste es mi país, Harald

Lo bueno de los finales de año es que te obligan a hacer memoria en la misma medida que los principios de año te obligan a apuntarte a un gimnasio. Probablemente, son dos cosas inservibles que, como tantas otras, repetimos con la fe del cristiano converso y abandonamos con el mismo descreimiento del cristiano viejo. A los dos minutos de someterme al fatigoso examen de conciencia me doy cuenta de que no quiero saber en qué país vivo. Que poner lo que ha pasado este año en fila de a uno, de verdad, intimida. Veamos: Madoff es el gran ídolo de Gran Hermano, el magnífico ser inservible triunfador, capaz de estafar a los ricos del planeta, pero sin que le atufe el espíritu de Robin Hood. "¿Los pobres? Contentos con que no les he quitado nada", debe pensar. En el país mundial de Madoff hay un pequeño lugar llamado Euskadi (bueno, otros lo llaman Euskal Herria, algunos Vasconia, el papeleo Comunidad Autónoma del País Vasco) donde puede ocurrir que no haya moción de censura en Mondragón y parezca que sí la haya en Azpeitia. Ya, ya sé, Harald de Noruega, que no entiendes nada. Te lo resumo: que unos asesinos matan a un hombre de bien en Mondragón y el alcalde dice que le da igual y a los que les parece mal dicen que les da igual que al alcalde le dé igual. Y matan a otro hombre de bien en Azpeitia y el alcalde dice que le da igual y a los que en Mondragón decían que les daba igual que al alcalde de Mondragón le diera igual, pues no les da igual que al alcalde de Azpeitia le dé igual. Y se ponen a la faena, pero la faena de echar al alcalde que le da igual es más lenta que una obra pública. ¿Lo entiendes, Harald? ¿Qué dices de fariseísmo; no te entiendo bien? ¡Ah!, que dices miedo, locura... Ya, que no entiendes nada. Si te sirve de consuelo, yo tampoco. Pero espera un poco.

A los dos minutos de examen de conciencia creo que no quiero saber en qué país vivo

¿Qué te parece que unos futbolistas no quieran jugar con la selección de Euskadi porque quieren jugar con la de Euskal Herria, que es la misma pero llamada de otro nombre, y después de que no jueguen digan que el debate sobre el nombre era superficial? Ya, que tampoco lo entiendes... A ver cómo te lo explico. Que Euskadi es la legalidad vigente y Euskal Herria, que es un concepto cultural razonable, alguien lo ha adoptado como muestra de la contralegalidad. Y los jugadores están contra la legalidad pero juegan con la selección de la legalidad, España (paga bastante bien, por cierto), que supuestamente oprime la contralegalidad (Euskal Herria). ¡Por Dios, Harald II, quieres dejar de mirar para otro lado!

Para que te enteres. En los mayores éxitos policiales contra una banda terrorista, una dirigente (o no sé qué) del partido de la oposición que exige más actividad policial contra esa banda terrorista dice que seguramente el Gobierno está negociando con la banda terrorista a la que viene descabezando. ¡Harald, coño, deja de jugar con el perro, que hay más! Que el presidente del Gobierno que se opuso a la guerra de Irak y sacó las tropas españolas de ese país parece que luego permitió el vuelo de aviones por su espacio aéreo para llevar presos de la guerra de Irak o la de Afganistán a un archipiélago Gulag donde los derechos humanos son más absurdos que Madoff en la ONG Financieros sin fronteras. Y qué te parece que un candidato arlequín, que lo mismo es blanco y lo mismo negro, anuncie que se presenta por última vez, como requiriendo a los electores que le voten porque es la última vez y le viene bien para el currículo (¿ahora se llama así al historial de cargo público?).

¡Pero, bueno, Harald de Noruega! ¿En qué momento del discurso te has perdido? "Cuando has dicho: 'Lo bueno de los finales de año es...". ¡Harald, eres un hideputa inteligente! Por cierto, nunca dejes de serlo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_