PSE y PP ven irreal y carente de credibilidad el mensaje de Ibarretxe

El tradicional mensaje de fin de año del lehendakari volvió a contentar sólo a su partido, el PNV, y, con pequeños matices, a uno de sus dos socios de gobierno, EB. La otra formación que sustenta el Ejecutivo de Vitoria, EA, censuró la falta de un "compromiso claro" con el soberanismo, mientras que el PSE y el PP concluyeron que Ibarretxe carece de credibilidad y está "alejado de la realidad".

En la línea del PNV de ir orillando un asunto sobre el que quiere pasar página, y más ante la inminente cita de las elecciones autonómicas, el lehendakari sólo hizo una escueta referencia a su frustrada consulta, aunque sin citarla como tal. Dijo que la "soberbia política" del Gobierno central ha impedido que los vascos "demos nuestra opinión democráticamente sobre cómo construir la paz y lograr acuerdos políticos".

Aseguró que "en este país nadie se va a quedar tirado" por la crisis

La mayor parte de su mensaje se centró en la delicada situación económica, aunque reiteró que Euskadi tiene "ideas y recursos" para encararla. Citó el plan interinstitucional presentado en junio o las últimas medidas para autónomos y pymes. "Si bien vamos a pasar dificultades, en este país nadie se quedará tirado", prometió.

A ETA le pidió que se vaya y que no siga "destrozando nuestro corazón y ensuciando el nombre de nuestro pueblo", antes de recordar a las personas asesinadas por los terroristas durante el pasado año.

El portavoz de la ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, valoró que el mensaje de Ibarretxe le sitúa "alejado de la realidad" y opinó que fue "más de fin de ciclo que de fin de año". Lamentó que volviera a defender su "consulta ilegal" y aseguró que la "consulta de verdad" se producirá en las elecciones autónomicas previstas para marzo, en las que se decidirá si se opta por un gobierno "agotado y sin ideas como el tripartito o uno nuevo de cambio liderado por Patxi López". Además, exigió al lehendakari una lucha más práctica contra el terrorismo, como su "deslegitimación ética y social".

El portavoz del PP, Leopoldo Barreda, manifestó que el discurso "careció de credibilidad" por referirse a una crisis que ha sido "relativizada durante meses". "No se puede confiar en este gobierno que la ha ocultado y dado prioridad a sus obsesiones politicas antes que a combatir la crisis".

Barreda consideró que ETA no desaparecerá porque Ibarretxe le reclame sólo que se vaya. "Funciona aplicar todos los medios del Estado de Derecho, combatirla todos los días, con todos los medios y en cualquier circunstancia política".

Otro de los partidos de la oposición, Aralar, también habló de la frustrada consulta y advirtió a Ibarretxe de que la actitud de "soberbia" del Gobierno central no debe "significar el final de nada" e instó a que los nacionalistas se unan en la defensa del derecho a decidir.

Entre los dos socios de gobierno del PNV, las valoraciones fueron diferentes. EA, que en los últimos meses se ha desmarcado de los peneuvistas en asuntos como las irregularidades en los museos Guggenheim y Balenciaga, volvió a insistir en la tibieza de los planteamientos en favor del soberanismo. Su dirigente Rafael Larreina censuró que el mensaje no incluyera un "compromiso claro". "Se hace una breve alusión al derecho a decidir como algo del pasado y nosotros pensamos que es algo muy presente, que debe ser una apuesta fuerte de futuro". Ezker Batua fue bastante más tibia. El portavoz de la presidencia de esta formación, Mikel Arana, aplaudió la parte del discurso sobre la crisis económica y la pacificación, pero matizó que tienen "su propia estrategia en estas dos cuestiones".

El presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, opinó que la intervención de Ibarretxe demuestra que es "el hombre que resume la confianza y la fiabilidad para afrontar con garantías los retos y problemas del futuro" de Euskadi.