Sin incidencias y a rebosar

Al tiempo que el tranvía cumplía su primera semana de andadura en Vitoria, el Ayuntamiento de la capital alavesa hacía públicos ayer sus datos más recientes sobre movilidad: más de 100.000 vehículos conforman su parque, uno por cada dos mayores de 18 años. Así que se entienden las palabras de Alberto Martínez de Arcaute, un vecino del barrio de Lakua que trabaja en el centro de la ciudad, encantado con el tranvía: "Con los autobuses cada vez es más difícil llegar con puntualidad al Ensanche".

También hace falta que el tren ligero sea puntual. Sus responsables ya habían advertido de que podía darse algún desfase horario en los días inaugurales, como pasó anteayer, cuando los usuarios de los primeros viajes, entre seis y siete y media de la mañana, sufrieron la primera avería importante por una caída de la corriente eléctrica. "Es un trastorno que se puede asumir dentro de lo que es poner en marcha una infraestructura así", apunta el operador EuskoTran.

"Ha habido más de un susto, porque aquí vamos por donde queremos"

El tranvía vitoriano incorpora notables mejoras con respecto a su precedente de Bilbao, fruto de las aportaciones de los equipos de investigación de CAF, la empresa que construye las unidades. Con un altísimo grado de accesibilidad para todo tipo de viajeros, cada uno suma 261 plazas, 52 de ellas sentadas. "Aún así, en horas punta, las unidades circulan a rebosar, sobre todo por el centro", comentaba ayer el encargado de atender a los usuarios en la parada del Parlamento. "De momento, no hemos registrado accidentes; eso sí, más de un susto, porque en esta ciudad vamos por donde nos da la gana y el tranvía es muy silencioso".

Aunque en principio no sea su obligación, porque tienen prioridad y han de respetar los horarios, los conductores del tren ligero deben frenar ante cualquier incidencia. "En estos días, en los que encima contamos con más usuarios por la gratuidad del billete, no podemos pensar sólo en la puntualidad", justifica un maquinista.

De momento, cuentan con el apoyo de la Policía Local y los Bomberos, que se han entrenado en Bilbao para resolver cualquier posible incidencia. "La preparación ha sido exhaustiva y eso se nota. Tenemos, de momento, una recepción formidable y menos incidencias que en la puesta en marcha del tranvía en la capital vizcaína", precisa el concejal de Movilidad y Transporte, José Esteban.

Aunque es un medio impulsado por el tripartito, el Ayuntamiento ha incorporado el tranvía a su red de transporte, hasta el punto de que ha retirado una línea de autobús paralela. Así que la alegría de muchos se vuelve enfado de algunos. "Menuda gracia nos han hecho con esa reestructuración; no me hable usted del tranvía", se quejaba ayer Marisa, una vecina de Txagorritxu que se siente perjudicada por la llegada del tren ligero.

Mientras, unas 25.000 personas han visitado la exposición sobre el tranvía abierta en la céntrica plaza Jesús Guridi, abierta el pasado día 12 y que se cierra a las dos de esta tarde.