Odisea de un viajero frecuente

Éste es el testimonio de un viajero frecuente.

- 18 de diciembre. Madrid-París. Vuelo de las 09.05; había uno anterior que fue cancelado. Salió cerca de las 11.00. El piloto anunció que la compañía había tardado en enviarle el plan de vuelo, y le habían anulado el slot. Aena reconsideró su decisión y se redujo el retraso. El piloto le dijo al viajero que la compañía estaba juntando vuelos por la escasez de pilotos; por eso hay retrasos. De regreso, por la noche, se efectuó una sucesiva reagrupación de vuelos, de modo que el de las 18.20 salió de Orly, con el pasaje de los vuelos cancelados, en torno a las 21.15 de la noche.

- 25 de diciembre. Tenerife Sur-Madrid. El vuelo está programado para las 14.50. En tierra advierten del retraso. Saldrá a las 16.30. Finalmente saldría a las 17.40. El piloto le señaló al viajero que había habido un problema con el aire en la ida, y así no se podía volver. Aceptó luego que trabajaban a reglamento porque la compañía no contrata a los pilotos necesarios.

- 28 de diciembre. Madrid-Tenerife Norte. Salida, 08.40. A las 07.30, en tierra, en facturación le anuncian al viajero dos horas de retraso. Saldría a las 11.20, operado por Privilege. Por sorpresa. Sobre la razón del retraso, en el embarque, una empleada lee su pantalla: "Un problema al introducir la carga". A las 07.30 ya avisaban del retraso. "Eso es lo que pone la pantalla". Privilege no lleva ni leche en la cabina. "No ha venido un sobrecargo de Iberia, no podemos abrir la despensa". Privilege supo con muy poca antelación, según sus tripulantes, que tenía que llevar a cabo este vuelo por encargo de Iberia, no llevaban ningún alimento.

Después de varias horas de retraso, esta nueva circunstancia referida a la intendencia fue puesta de manifiesto, como denuncia, por algunos miembros del pasaje; el viajero hizo su propio pliego de protesta, con el número 314.