Comunidades de inversores
No cabe duda de que Internet ha transformado el modelo de relación entre clientes y proveedores, dentro del ámbito minorista. Antes de acudir a un concesionario, cualquier usuario dispone de información clara acerca de las distintas opciones del vehículo que quiere comprar, y ha podido intercambiar impresiones sobre su fiabilidad con personas que ya han adquirido el producto. Esto sucede en muchas otras industrias y servicios. El sector bancario no es ajeno a esta transformación. Una reflexión que hemos madurado es cómo la banca también se ve influida por esta tendencia. Cada vez existe una oferta más amplia de páginas especializadas en la comparación de productos financieros y en la generación de opinión en torno a la actualidad económica.
Cada vez existe una oferta más amplia de páginas en Internet que comparan productos financieros
Durante años esta actividad se desarrolló en los denominados foros de Internet, donde la opinión quedaba contaminaba con todo tipo de bulos y despropósitos amparados en el anonimato de los participantes. Más tarde se han popularizado los blogs, con largas hileras de comentarios en los que se desarrolla una verdadera conversación entre el autor y los visitantes, que pueden o no facilitar su identidad real.
En estos últimos meses estamos asistiendo a un salto cualitativo, con la aparición de las comunidades virtuales de inversores. En estos espacios los usuarios pueden compartir y consultar información acerca de la composición y comportamiento de sus carteras de inversión, su perfil de riesgo y las cantidades invertidas. Así es como funciona Unience, la primera comunidad de inversores lanzada en España, inspirada en sitios anglosajones como Covestor o Cake Financial.
Las motivaciones de quien facilita una información tan sensible en una comunidad pueden ser diversas: aprender de inversores más experimentados, labrarse una reputación como asesor o, simplemente, compararse con otros. Por su parte, el modelo de negocio del creador de la comunidad virtual se basa en la oferta de servicios de réplica de carteras o en la comercialización de índices referidos al desempeño de los mejores inversores de la comunidad.
Por el momento, estos avances tienen lugar fuera del dominio de las entidades de crédito, que sin duda habrán de seguir su evolución e impacto potencial en relación con su integración como elementos de valor añadido a la operativa bancaria.
Borja Foncillas y Álvaro Martín son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (AFI)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.