No hay crisis que valga
Se escatima más en regalos que en comida para los días navideños
En las fechas navideñas, no hay crisis que valga. Los madrileños tiran la casa por la ventana a la hora de comer. Aunque el 61% de los consumidores españoles verá reducido su precio de los alimentos, y uno de cada cuatro recortará el gasto en regalos debido a ese incremento, se mantendrá el gasto en comida, según el estudio realizado por la consultora Deloitte.
El pasado puente de la Constitución permitió un diagnóstico de la actitud de los compradores. Los centros comerciales registraron numerosas visitas y las ventas crecieron entre un 3% y un 3,5% con respecto al pasado año, según el dato global registrado por la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) que engloba a los hipermercados. "La campaña arrancó bien y previsiblemente continuará en estas fechas", asegura una portavoz de ANGED.
A pie de calle se confirma esa tendencia. Este periódico ha recorrido dos mercados de barrios madrileños: el de Chamartín, en la calle de Potosí, y el de Puente de Vallecas, en la calle de Martínez de la Riva. Uno está centrado en productos para consumidores con elevado poder adquisitivo. El otro está centrado en productos básicos a precios asequibles. Pero aunque haya diferencias de bolsillos y ofertas, en los productos fetiche de Navidad (cordero, pavo o pollo, pescado de vivero, langostinos...) no hay grandes distancias en el precio.
En los supermercados visitados (uno pequeño, de barrio, y otro de gran superficie) tampoco hay grandes diferencias de precios; coinciden en la oferta (y el éxito) de sus marcas blancas o genéricas. Y se igualan en el caso de las bebidas (cava o sidra).
Con respecto a 2007 (ver gráfico) se aprecia que este año la cesta de la compra está más barata, con diferencias de entre 2 y 10 euros en los típicos cordero, pavo, merluza o besugo.
Otro dato significativo de 2008 es que sigue la tendencia a comprar con antelación producto fresco para luego congelarlo y evitar la calentura de precios en los días festivos. Hacen esto "cinco de cada diez consumidores", según el informe sobre hábitos de consumo navideño del Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino.
Salvo excepciones, no hay cálculos en el gasto por persona. "No escatimo. Ya veremos luego. Para los míos, lo mejor". Son respuestas que se repiten ante la pregunta sobre el presupuesto. Eso sí: coinciden en que "menos angulas y caviar, lo que haga falta". Y lo que no falta es buen jamón y delicias del mar, con los langostinos en el podio.
Las amas de casa son mayoría en los mercados y centros comerciales y les acompañan sus parejas en la compra conjunta. Es ahora cuando más hombres, sobre todo de edad madura, se ven curioseando entre los estantes de caprichos alimenticios o las tentaciones marisqueras.
"Compramos lo que nos gusta", dice a coro, intercambiando miradas de complicidad, una pareja madura tras comprar "jamón del bueno" en Chamartín.
"No ponemos angulas ni caviar, pero nos encanta el marisco y lo pedimos directamente a Galicia", comenta otro matrimonio.
El cordero y el besugo son productos constantes de las fechas navideñas, aunque ya hay quienes introducen otras variantes cárnicas y de pescado, pero al ser fiestas familiares parece que se estandarizan las propuestas para llegar a todos los gustos. María José, de 35 años, ha convencido a su madre a la hora de "pensar el menú": Jamón ibérico de aperitivo, sopa de marisco y dorada a la sal (de acuicultura, "claro"). De postre, "los turrones de la cesta de la empresa". De bebida, "sólo cava". "Más o menos nos gastamos 30 ó 35 euros por persona". "Ay, yo no calculo", comenta su madre.
Ángeles, de 50 años, coincide con la elección de lubina o dorada, "al horno". "También pondremos chuletitas y gulas de aperitivo, que les gusta a los niños".
Isabel y Paco, treintañeros, dudan ante el mostrador del supermercado entre "el langostino tigre fresco o el congelado". Se deciden por éste. "Así podremos comprar más jamón de bellota". Otro extra que piensan "regalarse" es champán. Para el plato central, optarán por un pavo relleno. "Ya lo hemos encargado". Les sale a 14 euros el kilo. Creen que se gastarán, "menos de cien euros por cabeza". Otra pareja, pide "para probar" el cochinillo preparado de Cascajares (Palencia), pues ya probó el capón el año pasado; les salía a 98 euros para 12 comensales. Marta y Andrés no saben cuánto se gastan por persona: "es que somos muchos..." Siguen "la costumbre madrileña de lombarda como primer plato, pero en vez de cordero ponemos presa (pieza cotizada de cerdo)". De entrantes, más tradición: langostinos y jamón ibérico. Julio explica que guisa para él y su hermano "un pollito con papas y ají". Una señora a su lado toma nota de la receta peruana.
Merluza de pincho, besugo y langostinos frescos son lo más caro del escaparate navideño. Pero para algunos esto no es una barrera. "La gente, que siempre quiere besugo, está dispuesta a gastar lo que sea", afirma Javier, responsable de pescadería del AhorraMás de Dehesa de la Villa. El "súper del barrio" tiene una marca blanca, Alipende, con precio más ajustado. Estos días hay ofertas en distintos alimentos (pollo, cordero...) y un cartel reza en todos los sectores: "más barato de lo que imaginas". Los buscadores de baraturas se concentran en los arcones de los congelados, en éste e Hipercor, que también tiene su marca accesible: Aliada.
La semana próxima, la subida está cantada. "Por lo menos un euro o dos". Lo mismo anuncian los tenderos. Comprar en la semana previa al día 24 tiene otra ventaja, avisan: evitar las aglomeraciones y, por tanto, el aturdimiento a la hora de decidir qué se compra.
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