Pulgas en los juzgados
Los trabajadores de dos tribunales de la plaza de Castillasufren un ataque de insectos en sus despachos
A los trabajadores de los juzgados de lo penal número 7 y de instrucción número 20 de los juzgados de Plaza de Castilla les pican las pulgas. Las estanterías, llenas; las mesas, a reventar; los suelos salpicados de torres de un metro de alto formadas por causas pendientes de archivo, que llevan allí lustros, y que seguirán años. Una pátina de polvo gris mancha el dedo de quien acaricia los expedientes más antiguos. En el suelo, de madera o cubierto de plástico, polvo, arena, cables liados, más papeles y rincones a los que, según los empleados, nunca llegó una aspiradora. Unas condiciones de higiene que han hecho las delicias de los insectos que les pican en el trabajo.
En mayo pasado, una trabajadora del número 7 estuvo de baja siete días (tres de ellos, hospitalizada) a consecuencia de las picaduras. La mujer, que pide anonimato, recuerda que una que sufrió en la cara interior del muslo se le infectó. "La pierna se me inflamó y no podía andar", relata. Cinco de sus 10 compañeros aseguran haber sufrido el ataque de insectos en su puesto de trabajo. Ayer por la mañana se rascaban las piernas en la sala de ejecutorias de lo penal número 7. Allí hay empleados que llevan el bote de insecticida de casa.
Una portavoz de la consejería de Presidencia, Justicia e Interior asegura que nadie les había notificado la situación hasta ayer. "Ya hemos tomado las medidas oportunas. Esta tarde desinfectaremos las zonas afectadas".
El entomólogo Miguel Ángel Alonso Zarazaga, del departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, explica que las pulgas frecuentan zonas con condiciones higiénicas deficientes, como almacenes, o lugares a los que entran animales, que no es el caso. "Se pueden esconder en rendijas hasta que salen a chupar sangre", detalla. Son capaces de permanecer meses en estado latente y eclosionar en meses cálidos. Alonso añade que existen muchas clases de pulgas y que algunas pueden transmitir enfermedades graves.
"Las plagas se producen por la falta de higiene en las salas, pero no sólo en estos juzgados, sino en muchos otros de la Comunidad de Madrid", aseguró ayer Montse Miravet, responsable de salud laboral de Comisiones Obreras en el sector de Justicia. "Hasta que no acaba la ejecución del caso, no se archiva. Los legajos acumulan polvo durante años, el papel envejece... Y, detrás, van los insectos", concluye.
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