El tráfico en Santo Tomás se complica por el paro de Bilbobus
La huelga convocada en Bilbobus para el sábado, día de Santo Tomás, amenaza el dispositivo que el Ayuntamiento de Bilbao tenía previsto desplegar para acoger a los numerosos visitantes -entre 100.000 y 150.000 según estimaciones municipales- que asistirán a la tradicional feria. Los trabajadores de Veolia, adjudicataria del servicio, decidieron ayer ir a la huelga en protesta por algunas cuestiones laborales que no acaban de ser solucionadas, como el convenio colectivo (se funciona con uno verbal), el calendario (está sin aprobar el de 2009) o irregularidades en nóminas. 222 trabajadores votaron a favor del paro y 110 en contra.
El Ayuntamiento preveía reforzar el servicio de Bilbobus, de modo que éste operaría el sábado como un laborable al uso. En previsión de la huelga, Asier Abaunza, concejal delegado de Tráfico, instó ayer al Gobierno vasco a que decrete unos servicios mínimos acordes con la afluencia prevista el sábado. "Sería inadmisible, puro esquirolaje, que Lakua decretara servicios mínimos superiores a los establecidos para un sábado normal", afirmó ayer a EL PAÍS un delegado sindical.
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