Los socios del bipartito respaldan en el Parlamento el Presupuesto de la crisis

Galicia ya tiene Presupuestos para afrontar la crisis. PSdeG y BNG respaldaron ayer en el Parlamento, con el voto en contra del PP, el proyecto de ley que establece en qué se gastará la Xunta el año próximo los 11.426 millones de euros con los que el Gobierno bipartito quiere contribuir a sortear las consecuencias de la crisis económica internacional.

Las cuentas públicas, que además serán las últimas de la legislatura, han salido del Parlamento como entraron, con la única excepción de algunos retoques promovidos por socialistas y nacionalistas, porque la mayoría que respalda al Gobierno no aceptó ni una sola de las enmiendas presentadas por el PP. Así que los portavoces de los tres grupos aprovecharon sus últimos turnos de intervención para contraponer sus respectivos modelos frente a la crisis. El conselleiro de Economía, el socialista José Ramón Fernández Antonio, negó las críticas de la oposición a la falta de acuerdo recordando que hasta en dos ocasiones intentó sin éxito reunirse con José Antonio Orza (el portavoz popular en materia económica) para buscar un consenso. Sin embargo, Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, negó la voluntad de acuerdo del conselleiro con el argumento de que su llamada no se produjo hasta la llegada del proyecto de ley al Parlamento. "También le llamé antes", replicó Fernández Antonio, "y él lo sabe". En cualquier caso, concluyó, el Gobierno siempre estará "abierto a discutir" las propuestas del PP contra la crisis "cuando aparezcan".

Núñez Feijóo califica las cuentas públicas de "inmenso engaño"

Feijóo acusó al Gobierno de intentar engañar de nuevo a los ciudadanos al aprobar previsiones de crecimiento y de creación de empleo que no se van a cumplir. "Es un inmenso engaño y una oportunidad perdida". Frente a la actitud del bipartito, enfatizó, cuando él gobierne Galicia llamará a Touriño y a Quintana "para buscar juntos un proyecto serio y austero contra la crisis".

Todo lo contrario sostuvo Ismael Rego en nombre del grupo socialista. Los Presupuestos de 2009, aseguró, dan continuidad al avance económico y de empleo que ha marcado la evolución de Galicia desde 2005. El debate sobre las cuentas, señaló, ha mostrado la existencia de dos modelos: uno de futuro, que pone en valor el potencial de Galicia, y uno de pasado. "No hay más alternativa a Touriño que la vuelta al pasado y ningún país se construye mirando hacia atrás".

Igualmente a favor de los Presupuestos se mostró el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, que significó los avances alcanzados en educación, vivienda, sanidad o medio rural. "Claro que hay cosas pendientes", reconoció, y a esa tarea hay que convocar a los partidos. "Hay que escoger el camino y el nacionalismo elige seguir avanzando. Ustedes", concluyó en referencia al PP, "miran atrás con nostalgia, pero los años en los que mangoneaban los recursos públicos no van a volver".

La aprobación de los Presupuestos era la condición que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se impuso a sí mismo antes de convocar las elecciones. Antes de despejar la fecha de la convocatoria, Touriño aseguró en diferentes ocasiones que era necesario que Galicia tuviese sus cuentas aprobadas porque serán el principal instrumento para hacer frente a los efectos de la crisis económica internacional y a un ejercicio económico que, según todos los analistas, será peor que el 2008.

El presidente de la Xunta cumplirá hoy el trámite de la comunicación al Consello, tal y como exige la legislación, y a continuación tiene previsto hacer pública su decisión en la rueda de prensa posterior a la reunión de Gobierno.

Fuentes de la Xunta y del Partido dos Socialistas de Galicia daban ayer por hecho que el presidente mantendrá hoy su intención de convocar las elecciones el 1 de marzo. De ser así, tendrá en cuenta la previsión, aún no confirmada oficialmente, de que el lehendakari Juan José Ibarretxe convocará las autonómicas en el País Vasco para el 15 de marzo.

Touriño hará hoy el anuncio de la fecha pero tendrá que esperar unos días para firmar el decreto de convocatoria, porque la ley electoral le obliga a hacerlo entre 54 y 60 días antes de la fecha de celebración de las elecciones.

Para votar el 1 de marzo, el presidente tendrá que disolver el Parlamento en los primeros días de enero (entre el 1 y el 7). En ese caso, la presentación de las candidaturas de los diferentes partidos ante las Juntas Electorales tendrá lugar entre el 21 y el 26 de enero, la campaña electoral comenzará el viernes 13 de febrero y el escrutinio del voto de la emigración se producirá el 9 de marzo, una semana después de la votación.