Japón teme caer de nuevo tras su 'década perdida'
En un intento desesperado por evitar que EE UU caiga en la deflación, Ben Bernanke ha dejado el precio del dinero prácticamente a cero. Y si el presidente de la Reserva Federal toma esta insólita decisión no es sólo por los daños que la caída generalizada de precios puede causar en la economía, sino también porque una vez que un país entra en este hoyo es muy, muy difícil salir. Los japoneses lo saben bien.
La segunda economía del planeta, que acaba de escapar de la década perdida, corre el riesgo de volver a tropezar con el mismo pedrusco.
Lo que a primera vista puede parecer el paraíso de los consumidores -productos cada días más baratos- se transformó en un círculo vicioso perjudicial para todos: los japoneses no compraban porque esperaban más rebajas y las empresas, asfixiadas por los menores ingresos, reducían sus plantillas. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, Japón entró de lleno en la espiral deflacionaria en 1999, de la que no logró salir hasta finales de 2006. El problema es que el parón en la demanda internacional originado por la crisis amenaza con arrastrar al país de nuevo a la deflación.
La diferencia con la situación actual, según el profesor del IE Business School Rafael Pampillón, es la rapidez con la que los gobernantes y banqueros centrales están actuando. "Japón tardó cinco años en rescatar a la banca y una década en aumentar su base monetaria", señala. La heterodoxia de Bernanke es, según este analista, el único asidero que le queda a EE UU para evitar una depresión a la japonesa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.