Gurb regresa a La Rambla
Rosa Novell lleva al Capitol su versión de la obra de Mendoza
Nació como una función de una sola noche para el Teatre Lliure. Pero la versión escénica de Sin noticias de Gurb ya lleva dos años de exitoso recorrido. Su directora e intérprete, la actriz Rosa Novell, vuelve a citarse en Barcelona con el extraterrestre protagonista de la novela de Eduardo Mendoza. Y no en un sitio cualquiera, sino en la misma Rambla, marco de algunas de las hilarantes peripecias del alienígena. Gurb llegó a la Barcelona preolímpica en el verano de 1990 como relato por entregas publicado por este diario y se ha convertido en uno de los personajes más populares del escritor. La adaptación teatral podrá verse en el Club Capitol hasta el 18 de enero.
Novell escogió un formato muy inteligente para trasladar la historia al escenario: una lectura dramatizada, que le permite entrar y salir del relato. Tan pronto se mete en la piel de los curiosos personajes que por él desfilan como adopta el papel de la lectora que, frente a un atril o cómodamente sentada en un sofá, ejerce de médium entre el texto y el espectador. "Se establece una gran complicidad con el público", señala la intérprete y directora tras la experiencia de las muchas representaciones acumuladas. Madrid, Pamplona, Zaragoza, Málaga y Salt son algunos de los lugares por donde ha mostrado el espectáculo.
La adaptación teatral podrá verse en Barcelona hasta el 18 de enero
En opinión de Novell, la época navideña es idónea para la obra. "Es como un cuento de Navidad con final feliz. Bueno, la verdad es que no sabemos muy bien cómo acaba. Seguimos buscando a Gurb". Los juegos de luces y la estrecha colaboración del músico Roger Julià, que genera en vivo la ambientación sonora de la historia, son los dos grandes aliados de Novell en Sin noticias de Gurb. En el montaje la actriz muestra su cara más desenfadada, algo propiciado por el propio texto, pero también por el momento vital de la intérprete. "Me encuentro muy relajada y feliz, con dominio del espacio, del tempo. Es algo que da la experiencia, el espectáculo me llega en un momento en que me siento así", confirma Novell. "Soy muy responsable y perfeccionista, lo cual puede ser una esclavitud porque la perfección no existe. Pero ahora amo más la vida y consigo pasármelo bien allí donde esté. En lugar de sufrir, ahora me lo paso muy bien en el escenario", asegura.
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