Varios retrasos en vuelos de Iberia dejan en tierra a cientos de pasajeros en Barajas
Cientos de viajeros se quedaron ayer tirados en el aeropuerto de Barajas por los retrasos y las cancelaciones una veintena de vuelos de la compañía Iberia. Según fuentes de la aerolínea, la razón del problema fue una acumulación de varias demoras que se habían ido produciendo a lo largo del día por averías o problemas de combustible. Sin embargo, la información que proporcionaron los trabajadores de Aena y de Iberia a los pasajeros y a este periódico fue que los retrasos se debían a una huelga encubierta de los pilotos.
La negociación entre la dirección de Iberia y los pilotos para pactar el convenio colectivo se interrumpió la semana pasada por las discusiones sobre el régimen disciplinario que se aplicará a los comandantes en cuestiones de seguridad en la aeronave.
Las azafatas informaron de una huelga de pilotos encubierta
Fuentes del Sepla, sindicato de pilotos, explicaron que la ruptura no tenía nada que ver con cuestiones económicas sino con el régimen disciplinario del comandante. Según el Sepla, Iberia trata de reducir la autoridad del comandante en la aeronave. Fuentes de Iberia achacaron la ruptura de las negociaciones a la exigencia de los pilotos de que se les aplique un régimen disciplinario distinto al que actualmente aplica al resto de trabajadores de la aerolínea. "Nosotros aplicamos la normativa española y no vamos a crear una distinta para cada colectivo", señalaron desde la compañía la semana pasada.
Todas estas razones traían sin cuidado a aquellos que ayer perdieron su vuelo o tuvieron que pasar horas esperando una explicación que sólo llegó pasadas las diez de la noche y nunca de forma oficial.
"Hay muchos vuelos retrasados, cada vez más y lo que no entiendo es que la compañía no nos haya dicho lo que ocurre hasta ahora", comentó ayer una chica llamada Cristina que esperaba la salida de su vuelo IB1564 con destino a Santiago de Compostela. Su avión tenía que salir a las 21.35 fue retrasado hasta la 1.13 Tres horas después, Cristina consiguió embarcar en otro vuelo que saldría antes, pero sobre las 0.10 llamó nuevamente a este periódico: "Ha habido otro retraso. Acaban de decir que el vuelo saldrá dentro de 50 minutos. Nos han dicho que se han perdido maletas. Debe haber muchas reclamaciones".
Otros pasajeros, como Adela y su familia, ciudadanos portugueses que terminaban ayer sus vacaciones y regresaban a Lisboa, tuvieron que quedarse en Madrid después de que Iberia cancelase su vuelo. "Nos tendremos que quedar en Madrid. Creo que nos van a poner un hotel, pero el primer avión sale a las seis de la mañana. ¿Quién viene a esa hora aquí? ¿Podremos reclamar a la compañía por esto?". "Reclame usted" si quiere, le contestó poco después una de las trabajadoras.
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