La reforma del mercado de Sant Antoni cortará la ronda cuatro años
Los desvíos afectarán a 10 líneas de autobús y más de 16.000 vehículos
Cuatro años de obras, un corte de tráfico de la Ronda de Sant Antoni que afectará a 10 líneas de autobus y un tráfico aproximado de 16.000 vehículos supondrá la reforma del decano de los mercados de Barcelona: el de Sant Antoni. Abrió sus puertas en 1882 con el propósito de abastecer a una ciudad que no demasiado tiempo atras se había liberado de las murallas.
Al cabo de 125 años, le toca una reforma, una intervención que, precisamente por su impacto en una de las áreas más céntricas de la ciudad, donde se encuentran los distritos del Eixample y Ciutat Vella, se ha ido demorando. También por el presupuesto: 60 millones de euros. Y por último, porque se trata de tres mercados: el de producto fresco, los encantes y el del libro, que es cita fija cada domingo.
Las obras de la carpa empiezan en enero y el traslado se hará en verano
El 26 de enero la reforma empezará a caminar con la construcción de una carpa provisional que permanecerá durante aproximadamente cuatro años. Serán necesarios seis meses para su construcción -los puestos se trasladarán el próximo verano- y funcionará tres años, mientras se reforma de arriba abajo el viejo mercado. La carpa obligará a cortar el tráfico de la Ronda de Sant Antoni desde Urgell hasta Casanova, aunque manteniendo abierta la entrada a Ciutat Vella a través de Villarroel. La instalación provisional tendrá dos partes: la de alimentación, que ocupará la primera carpa -entre la esquina de Urgell y hasta Villarroel-, y la de los encantes, en otra carpa desde ese punto hasta Casanova. El tercer mercado, el del libro de los domingos, permanecerá en los soportales del mercado hasta 2010; luego se situará a lo largo de las calles de Tamarit y Urgell, según concretó el edil de Promoción Económica, Jordi William Carnes. Los trabajos obligarán a anular tres paradas de autobús y situarlas en las cercanías.
Como todas las reformas de mercados, ésta irá acompañada de la amortización de comercios. De los 180 actuales de alimentación permanecerán 100 o 110, de los 250 de los encantes se pasará a 200 y los 170 del mercado del libro se reducirán a 150.
El futuro mercado de Sant Antoni tendrá la peculiaridad de mantener la estructura actual de cuatro aspas de 20 metros de ancho, pero completamente renovada. Su reforma se realizará con el mismo sistema que el utilizado en el de la Concepció y el de la Llibertat: manteniendo su estructura sobre los pilares y excavando la tierra. Tendrá tres plantas subterráneas. La primera estará ocupada por algún supermercado. Es la planta donde se prevé que aparezcan restos del baluarte de Sant Antoni. Por lo menos, las catas los sitúan en la entrada del mercado situada junto a Manso y Urgell. "Ya se ha previsto trabajar coordinadamente con Patrimonio de la Generalitat para decidir qué hacer, si se tienen que catalogar o conservar", explicaban ayer fuentes del estudio de arquitectura Ravetllat-Ribas.
Sería importante evitar que ocurriera como en Santa Caterina, donde el hallazgo de vestigios del antiguo convento tuvo las obras del mercado empantanadas durante dos años. "Ya veremos. Todavía es prematuro decir si habrá que retocar el proyecto o no", añadía Pere Ravetllat.
La segunda y tercera planta del sótano serán para carga y descarga, aparcamientos -para 300 plazas- y zona logística del mercado. Estructuralmente, el mercado se abrirá a la calle y se crearán cuatro plazas al derribarse los muros exteriores. Las tiendas de alimentación se situarán en las cuatro aspas y las de los encantes se alinearán con éstas en el nuevo edificio. Por tanto, dejarán de estar en la calle y se evitará el constante trajín de los carretones entre los almacenes y los puestos. La rehabilitación supondrá la recuperación de los materiales originales de la cubierta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.