Scotland Yard niega haber engañado al Parlamento
Bob Quick, jefe de operaciones especiales de Scotland Yard, puso ayer en entredicho la acusación lanzada el miércoles por el presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin, de que la policía engañó a una funcionaria del Parlamento británico para registrar las oficinas del diputado tory Damian Green, detenido por filtrar información a la prensa.
En una carta enviada a la ministra del Interior, Jacqui Smith, Quick dice que la policía no necesita mandato judicial para entrar en el Parlamento si éste le autoriza. Y asegura que los oficiales que se presentaron en los Comunes aclararon a la responsable de seguridad que no podían entrar sin su consentimiento. Quick afirma que la funcionaria les dejó pasar tras ser informada de que otros registros en despachos de Green fuera del Parlamento se habían hecho con mandato judicial.
Smith ratificó ayer que el Gobierno conocía las investigaciones, pero que no sabía que afectaban a Green.
