Otra bronca protocolaria del Consell

Francisco Camps, presidente de la Generalitat, evitará hoy encontrarse con María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno, en el acto institucional convocado en la Delegación del Gobierno con ocasión del 30º aniversario de la Constitución. Y no es la primera vez. La cumbre de la OTAN en Valencia o el homenaje a Blasco Ibáñez han propiciado los desencuentros más recientes. Pero el Consell ha convertido en una bronca protocolaria cada visita de De la Vega a la Comunidad Valenciana desde que la vicepresidenta se convirtió en candidata socialista al Congreso por la provincia de Valencia. Ni el secretario general de la ONU ni el Papa han podido suavizar esa vocación por el desencuentro. Y el trigésimo aniversario de la Carta Magna tampoco parece el bálsamo adecuado.

Vicente Rambla, vicepresidente y portavoz del Consell, desató la polémica el lunes cuando acusó a De la Vega de usar las instituciones de forma partidista al convocar un acto en la Delegación del Gobierno de Valencia sin comunicarlo previamente a la Generalitat. "Nos enteramos por la prensa", dijo.

La comunicación oficial de De la Vega llegó a las instituciones valencianas el lunes, según fuentes de la Generalitat. "¿Qué le habría costado a la vicepresidenta llamar por teléfono para preguntarle al presidente qué día le venía bien o para pactar el orden de las intervenciones?" Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, ya había excusado su presencia en el acto ese mismo lunes. Y de forma mucho más discreta.

Ricardo Peralta, delegado del Gobierno, aseguró que todas las instituciones valencianas habían sido informadas en tiempo y forma. Uno de sus colaboradores comentó: "A nosotros nos invitan al acto institucional del 9 d'Octubre y asistimos, pero a nadie se le ocurre pedir un turno de intervención".

La Delegación del Gobierno daba por hecho a última hora de ayer un plante masivo de la Generalitat a la vicepresidenta. Sólo Rambla dudaba sobre su asistencia al acto institucional.