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Primera baja en Las Pitas

Un parcelista derriba con sus manos su casa en el área de Medina Azahara

Por primera vez, una vivienda de la urbanización Las Pitas, en Córdoba, el conjunto de edificaciones ilegales más célebre de la provincia, es carne de derribo. Se cumple así la primera sentencia condenatoria a un parcelista de Medina Azahara. El Juzgado Penal número 4 de Córdoba dictaminó el pasado marzo que los dueños del inmueble empezaron a construir la casa en 2006, a sabiendas de que el terreno sobre el que la levantaban estaba catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde tres años antes y que estaba altamente protegido, debido a su cercanía del yacimiento arqueológico de Medina Azahara. Una vez cumplido el plazo de dos meses marcado por la magistrado desde la confirmación de la condena para demoler la casa, su propio dueño, Miguel Briones, de 35 años, con ayuda de unos cuantos amigos, ha empezado a tumbar, lentamente y a martillazos, las paredes de un inmueble que nunca se llegó a terminar.

En todo el entorno protegido de las ruínas hay 240 chalés clandestinos

La indignación de Briones es máxima. Hace un mes, una resolución de la Sección Segunda de la Audiencia de Córdoba absolvió a unos parcelistas de Las Pitas por un caso casi idéntico al suyo. También habían construido en 2006, tres años después de que se declarase la zona bajo especial protección. En ambos casos, los acusados alegaron en el juicio que desconocían la existencia del área BIC en el momento en que empezaron a edificar. En un caso, la Sección Segunda creyó la versión de los acusados, pero en el de Miguel Briones, ni la juez del Penal número 4 ni la Sección Primera de la Audiencia creyeron su defensa. "Yo no lo entiendo, ¿por qué en un caso sí y en otro no?", se lamenta desde hace semanas Briones.

El presidente de la Audiencia, Eduardo Baena -que como juez rechaza que los parcelistas puedan desconocer la protección de espacios como Las Pitas- convocó hace unos meses un plenillo de magistrados para redactar y aprobar un documento que unificase el criterio de los jueces ante casos de parcelaciones ilegales. La ponencia que se redactó para la reunión fue aprobada por unanimidad. Pero cundió el desconcierto cuando, hace un mes, se confirmó que la disparidad de criterios y de sentencias continuaba. Baena reconoce que episodios así son posibles, pese a ser poco comprensibles, y recuerda que aquel plenillo: "No era jurisdiccional y, por tanto, no generaba jurisprudencia".

Y en este guirigay judicial se ha visto inmerso Briones durante más de dos años. "Y ahora, me obligan a tirar la casa a mí, que estoy rodeado de edificaciones", continúa, mientras unos vecinos se asoman desde el balcón de su propia vivienda. En Las Pitas existen unos 155 chalés, todos construidos sin permisos ni licencias y sin que las administraciones lo impidieran. En todo el entorno protegido de Medina Azahara, hay 240 chalés clandestinos. En total, desde 2006, se han visto seis causas sobre Las Pitas, de las que dos resultaron absueltas por el Juzgado Penal 3; una fue condenada (la de Briones) por el Penal 4 (sentencia confirmada por la Sección Primera de la Audiencia); otra causa condenatoria del mismo juzgado acabó absuelta, en segunda instancia, por la Sección Segunda; un quinto caso acaba de ser juzgado y aún está pendiente de sentencia; mientras que el último se encuentra a la espera de fecha para el juicio.

Lo que más enerva a Miguel Briones -condenado junto a su padre a dos años y medio de prisión y a una multa de 2.780 euros, además de a la demolición de su casa- es que la orden de derribo no se haya congelado mientras el Tribunal Constitucional resuelve su apelación. Con el plazo cumplido y el miedo de que se ordenase la definitiva demolición de la casa -con el consiguiente coste para él por el posible uso de maquinaria pesada- Briones ha decidido coger él mismo el martillo y arramblar con la casa.

Por otro lado, en la urbanización ilegal del cerro de San Cristóbal, en mitad de un paisaje protegido, la parcelista afectada por la primera ejecución de una sentencia de derribo en la capital, ha levantado una casa prefabricada en el mismo lugar donde estaba su chalé hasta abril.

Miguel Briones golpea un muro de su casa situada en Las Pitas.
Miguel Briones golpea un muro de su casa situada en Las Pitas.F. J. VARGAS

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