Crucifijos impuestos en las escuelas
De nuevo, "con la Iglesia hemos topado": que si los crucifijos en las escuelas no molestan a nadie, que si siempre han estado ahí... Mentira, porque molestan a quien no es creyente o tiene otras creencias que no son cristianas y porque además no siempre han estado allí, fueron una imposición de Franco.
En este país tuvimos 40 años de sufrimiento porque unos "iluminados" acabaron mediante un golpe militar con el sistema democrático que existía en la República y que desembocó en una terrible Guerra Civil. Y por culpa de ellos vivimos décadas de represión, asesinatos, torturas, encarcelamientos y exilios forzosos. Ésta es la verdad que nadie debería olvidar.
Hace más de 30 años que acabó una de las etapas más tristes de nuestro país y desde entonces vivimos en un Estado democrático que la propia Constitución proclama como aconfesional. Es vergonzoso que en las aulas de las escuelas públicas todavía se tengan que soportar símbolos que además de religiosos representan un régimen que durante tantos años privó de libertad a todo un país. Su presencia, por tanto, es inconstitucional porque la escuela pública es del Estado y éste no tiene confesión oficial.
Pido al Gobierno de nuestra nación que acabe con este vestigio franquista, además de otros como estatuas, nombres de calles, etcétera que por desgracia todavía pueden verse en pueblos y ciudades y que hagan cumplir en todas las esferas públicas con lo que representa un Estado democrático y aconfesional. Las creencias religiosas pertenecen a la esfera privada de las personas. Los crucifijos deben quedar dentro de las iglesias y no presidir las aulas de nuestros hijos.
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