El músico que tardó 13 años en morir

El músico británico Richey Edwards fue visto por última vez el 1 de febrero de 1995, cuando salía de un hotel de Londres a primera hora de la mañana. Tenía 27 años y un dilatado historial de profundas depresiones. El rastro se perdió en su coche, abandonado cerca de un puente de su Gales natal y que la policía localizó 13 días más tarde. La suerte que corrió el guitarrista de los Manic Street Preachers, uno de los más exitosos grupos de aquella centelleante revolución del brit pop en los noventa, sigue constituyendo un misterio. Pues bien, 13 años después de su desaparición, Edwards acaba de ser declarado muerto a efectos de la ley.

La decisión judicial ha sido tomada a petición de sus padres, Graham y Sherry, arropados por los otros tres miembros de la banda creada en los albores de la irrupción del brit pop. "Todos soñamos con que Richey aparezca, pero esa esperanza ya no es realista", declaraba un portavoz de los Manic, negándose a especular con la versión del caso que la policía considera más probable, el suicidio del artista.

En el día de su desaparición, Edwards debía tomar un avión para protagonizar una gira promocional por Estados Unidos. Nunca compareció en el aeropuerto. Por aquel entonces ya era habitual que el grupo actuara como trío, en lugar de en cuarteto, a causa de los constantes problemas de su guitarrista, aquejado de anorexia nerviosa y alcoholismo, además de una tendencia a la autolesión. La imagen que mostraba a Edwards grabándose en el brazo con una cuchilla las palabras 4Real -en respuesta a las críticas de una periodista sobre su talento musical- dio la vuelta al mundo y, en cierto modo, puso a los Manic en el mapa casi tanto como las irreverentes letras de sus canciones y el punk nervioso de su propuesta. Su álbum debut, Generation terrorist (1992), recabó un considerable éxito.

La herencia

James Dean Bradfield, Nicky Wire y Sean Moore han preservado los royalties de su compañero hasta la fecha, unos fondos que ahora pasarán a administrar los padres de Edwards, junto a su patrimonio de casi medio millón de libras. El guitarrista sólo ejercía de compositor de forma ocasional, pero el nuevo álbum que los Manic se disponen a lanzar la próxima primavera (bajo el título provisional de Journal For Plague Lovers) fue escrito enteramente por él durante el año previo a su desaparición.

Al personaje de Richey Edwards se le ha caracterizado en ocasiones como el "Kurt Corbain británico", aunque algunos de sus seguidores han acabado emulando a aquellos fans que se resisten a creer que Elvis Preley haya muerto. Varias personas han asegurado, a lo largo de los años, haber visto al guitarrista en diversos puntos del planeta, desde Newport a las islas Canarias o un mercadillo de Goa (India). Sus progenitores y colegas arrojaban esta semana la toalla y, sólo entonces, los medios británicos se han decidido a publicar el obituario de una vida trágica.