Muñoz se estrena en ELA con un ataque frontal a la patronal y el Gobierno
Asegura a sus delegados que las empresas son vulnerables a la movilización
"Afronto esta responsabilidad con un gran honor. Espero no defraudar a nadie", dijo ayer Adolfo Muñoz poco después de las seis de la tarde, en su primer discurso como recien elegido secretario general de ELA, el sindicato mayoritario en Euskadi. El auditorio recibió la noticia al grito de Jo ta ke, irabazi arte, (dale duro hasta vencer), mientras José Elorrieta y el propio Muñoz se fundían en un abrazo.
El trabajo estaba hecho. La generación de Euba, la que ha mandado en el sindicato desde el histórico congreso de 1976, pasó ayer a la historia y comenzó una nueva era. La de Adolfo Muñoz y la de su secretaria general adjunta, la joven Amaia Muñoa, que además seguirá desempeñando el cargo de tesorera.
Muñoz fue elegido al frente de la central con el apoyo del 91,22% de delegados
"ETA, a quien hace más daño políticamente, es a los soberanistas"
Muñoz fue designado con el apoyo del 91,22% de los delegados. Un total de 634 de los 697 votos emitidos le votaron, frente a 38 votos en contra, 23 blancos y dos nulos.
Con un tono más suave que el de su predecesor en el cargo, pero igual de contundente, Muñoz se estrenó con un ataque frontal al Gobierno vasco y a su "aliado la patronal", a quienes advirtió de que "vamos a ser muy beligerantes" frente a sus ataques. Muñoz precisó que las propuestas del nacionalismo institucional "generan frustración", tanto las políticas, como el fracasado plan Ibarretxe, y sus iniciativas en el ámbito social.
"El Gobierno es muy autoritario y te hacer pagar si no sigues sus dictados", criticó en referencia a los pactos en minoría que ha firmado con CC OO y UGT en el sector público. "Que sepan que vamos a ser muy beligerantes con esa actitud y vamos a responder proporcionalmente a sus ataques y a la firma de convenios en minoría".
A la patronal le advirtió de que "el sindicalismo revindicativo no tiene otra alternativa que la huelga", un instrumento que definió como la escoba para borrar del mapa a la precariedad. "La patronal es vulnerable ante la movilización", repitió como una máxima. "Nosotros no tenemos que apretarnos el cinturón, nosotros no nos hemos atracado", señaló para rechazar la contención salarial que se predica para responder a los problemas de la economía.
Sin apenas levantar la voz, repitió varias veces que sólo se respeta en la negociación colectiva a quien tiene fuerza, y apostó con claridad por luchar en el ámbito de la empresa para crecer en "fortaleza y en dimensión". ELA va a iniciar una campaña de difusión para explicar su mensaje en tiempos de crisis y así crecer. Uno de los objetivos del congreso para los próximos cuatro años es, precisamente, ganar afiliación, después de perder ingresos con su salida del CRL, del CES y de Hobetuz. En los últimos cuatro años ha crecido un 4,2%, hasta los 110.000 miembros.
"Necesitamos más fuerza para cambiar a la aristocracia de la política", señaló Muñoz, dando paso a un discurso más político que también coincidió con la doctrina de Elorrieta. Ambos propugnaron una acumulación de fuerzas nacionalistas para reeditar un nuevo pacto de Lizarra.
Según proclamó, no hay otro camino para los que apuestan por el ámbito vasco de decisión. Y ese camino lo habrán de recorrer sin la compañía del terrorismo de ETA. "La lucha armada es un obstáculo. Políticamente, la violencia a quien más daño hace es a los soberanistas". El nuevo secretario general se mostró convencido de que hay que buscar "una nueva negociación política", pero sin cometer el error del MLNV de querer solucionar simultáneamente "el conflicto político y el armado".
Consciente de que invitados y delegados van a concluir que la gestión de Muñoz al frente del sindicato va a ser continuista, se permitió el lujo de bromear: "Mañana dirán que no ha cambiado nada en ELA, pero yo ya no me subo en un cajón", se rió mirando desde sus más de 1,90 de estatura a José Elorrieta, al que la organización le ponía un alza para que llegara a la altura de los micrófonos.
Respeto a la mayoría sindical
Los delegados aprobaron por unanimidad la ponencia general, una vez debatidas las 126 enmiendas a un texto que apuesta por buscar alianzas, preferentemente con LAB, pero aceptando la posición de cada cual. "El respeto a la mayoría no se negocia, y sin esa base de lealtad mínima no hay posibilidad de encuentro", dijo Muñoz durante su presentación.
- Alianzas. Además del respeto a la mayoría, ELA sostiene que han de cerrarse acuerdos sobre la base de contenidos, no sólo como una acumulación de siglas.
- Europa. Apuesta por hacer frente a la Europa liberal, porque otro tipo de sindicalismo más reivindicativo es posible. La ponencia defiende la presencia de ELA en las europeas CSI y CSE. "Hay que pasar a la ofensiva" contra el liberalismo.
- Negociación colectiva. "Hoy más que nunca la negociación colectiva adquiere importancia, porque es consecuencia de la acción sindical, y esta sólo es posible desde la organización", señala la ponencia, que la define como una herramienta para redistribuir la riqueza.
- Diálogo social. Es incompatible con el modelo de crecimiento que propugnan las patronales. ELA no acepta el "sindicalismo de seguimiento" y de concertación social, porque esas herramientas de participación institucional "funcionan de forma que benefician al Gobierno y la patronal".
- Precariedad. ELA se muestra preocupada por las sucesivas reformas laborales, "muchas con el consenso de los sindicatos estatales", y por los "recortes" de las prestaciones sociales. "No vamos a aceptarlo".
- Afiliación. Apuesta por crecer en afiliación buscando en filones menos explorados como las pequeñas empresas y las subcontratas.
El licenciado Muñoz
Adolfo Muñoz Txiki (Baños de Ebro, Álava, 1959) tiene 49 años y por lo tanto un escenario de dos mandatos al frente de ELA, ya que los estatutos mantienen los 58 años como el final de la carrera al frente de cargos ejecutivos en el sindicato. Es el segundo titulado universitario consecutivo al frente de la central mayoritaria, aunque el licenciado Muñoz, es un licenciad sui géneris. "Un hombre con temple", como le definió Elorrieta en su despedida, y formado a fuego lento.
Trabajador de Tximist durante 14 años (la antigua Cegasa de Vitoria), en los 80 se liberó para el sindicato y estudió el graduado social. Poco después, mientras compatibilizaba los encargos sindicales en la Federación de Servicios Públicos y en la del Metal, se matriculó en Derecho en la Universidad a Distancia.
"Es un hombre constante, al que le atrae el monte y el descubrimiento de la naturaleza", dicen sus amigos, y que en cierta manera ha tenido una trayectoria sindical pareja a la de su predecesor en el cargo.
Txiki también estuvo en el Congreso de 1976 en Euba, cuando todavía era muy joven, y su carrera sindical quedó totalmente confirmada cuando en 2006 sustituyó al emblemático Germán Kortabarria al frente de la secretaría adjunta. Un puesto que ahora ocupa Amaia Muñoa, tesorera y uno de los activos con más futuro en el sindicato.
"En Euba era un crío y me llevaron unos amigos. Entonces eramos 180, y en Gasteiz, cuatro gatos. Mirad lo que se ha conseguido con el trabajo de aquella generación", arengó, recordando el crecimiento de la organización hasta convertirla en la mayoritaria de Euskadi y con una afiliación creciente en el sector servicios y gracias a la incorporación de la mujer.
"En ELA no subcontratamos a los cargos internos", subrayó ayer como ejemplo de su trayectoria dentro de la organización.
La nueva ejecutiva
Secretario general: Adolfo Muñoz.
Secretaria general adjunta y tesorera: Amaia Muñoa.
Organización: Eustakio Uranga.
Negociación Colectiva: Joseba Villarreal.
Comunicación: Patxi Agirrezabala.
Políticas de género, Jóvenes y Salud Laboral: Alazne Alonso.
Formación sindical: Xabier Anza.
Relaciones Internacionales: Laura Gonzalez de Txabarri.
Afiliación y Elecciones Sindicales: Txema Laiseka.
Coordinación, Navarra e Inmigración: Mitxel Lakuntza.
Política Social, Gabinete de Estudios y Medio Ambiente: Mikel Noval.
Servicios Jurídicos y Euskera: Leire Txakartegi.
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