Guerra abierta entre la judicatura y los Mossos por el caso de la juez ebria
El decano acusa a la policía de difundir el incidente para desprestigiarla
Guerra abierta entre la judicatura y los Mossos d'Esquadra en Barcelona. El decano de los jueces de la ciudad, José Manuel Regadera, remitió ayer una carta al director general de la Policía de la Generalitat, Rafael Olmos, censurando en términos muy duros la filtración de que una magistrada había sido sorprendida por la policía autonómica cuando conducía ebria y que, supuestamente, amenazó a los Mossos para intentar eludir un control de alcoholemia.
El decano atribuye a los Mossos la filtración periodística y advierte de que ello podría ser constitutivo de delito. Por eso exige que se adopten medidas para que hechos así no vuelvan a repetirse y se identifique a los agentes que facilitaron la información. El juez decano considera que las filtraciones de la policía a la prensa son "reiteradas" y que "obedecen a intereses espúreos (sic) y principalmente al propósito de sembrar la duda y el desprestigio personal" de los jueces. El decano insinúa incluso que los Mossos han actuado así para "ocultar o minimizar" otras informaciones referidas a los procesos que tienen abiertos los policías en varios juzgados de Barcelona y que, en su opinión, "sí afectan directamente a la seguridad de los ciudadanos".
La policía rechaza las acusaciones y expresa su "lealtad" a Regadera
Se refiere, probablemente, a la sentencia que dictó la Audiencia de Barcelona y que condena a tres mossos a seis años de cárcel por torturas y lesiones a un detenido, pero ese fallo se conoció el día 25. La información sobre el incidente protagonizado por la juez S. L. M. fue publicada por el diario El Mundo el pasado día 24 y se refiere a unos hechos ocurridos el 9 de octubre.
El enfrentamiento institucional de la policía catalana con algunos jueces de instrucción de Barcelona que refleja la carta de Regadera viene de lejos, pero se ha ido agravando en los últimos meses a medida que los Mossos se han convertido en la policía judicial que investiga la inmensa mayoría de los delitos.
La Dirección de la Policía negó ayer rotundamente que desde ese organismo se haya realizado ninguna filtración, "y menos todavía con el ánimo de desprestigiar personalmente a ningún miembro de la judicatura ni con el objetivo de desviar la atención con otras cuestiones relativas la seguridad". También se asegura que se quiere mantener el entendimiento con el poder judicial de Barcelona y que "la ciudadanía requiere que se hagan esfuerzos para ofrecer un servicio público de máxima calidad". Olmos ya se ha puesto en contacto con Regadera, según la nota, para "expresarle su confianza y lealtad".
Regadera pertenece a la mayoritaria y conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, la misma a la que está asociada la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Maria Eugenia Alegret, quien el lunes dio instrucciones a los Mossos en un sentido muy distinto: que enviaran al Consejo Genertal del Poder Judicial el incidente entre los policías y la juez por si puede ser constitutivo de una falta grave o muy grave por abuso de la condición de juez.
No existe ningún precedente en Barcelona de una reacción tan airada de un representante de la judicatura con la policía como la de Regadera. Hace unos años otro juez fue sorprendido por la Guardia Urbana de Barcelona en estado ebrio y la noticia no provocó el más mínimo enfrentamiento entre la policía y los jueces de instrucción.
El consejero de Interior, Joan Saura, aseguró ayer que "el respeto a los derechos humanos de los Mossos no puede quedar oscurecido por actitudes puntuales de mala praxis", en alusión a la sentencia contra los cinco mossos. Pese a esa reflexión, Saura ha renovado el apoyo jurídico a los policías y recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo.
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