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LA QUEJA

Golpe en la placa base

Javier decidió cambiar de operadora de telefonía móvil. Realizó la portabilidad a Vodafone, firmó un contrato de permanencia de 18 meses y "me entregaron un teléfono Nokia N-81, que funcionó a la perfección hasta que el 18 de septiembre, conectado al ordenador y al hacer una transferencia de datos, se quedó bloqueado, porque se cortó la conexión", explica por correo electrónico.

Llevó a reparar el teléfono a la tienda donde se había dado de alta. Ésta lo envió al servicio técnico y le prestó otro móvil de características inferiores. A los 15 días recibió un mensaje SMS comunicándole que podía recoger su terminal. "Cuál no sería mi sorpresa cuando me dijeron que el teléfono era irreparable debido a golpes o torsiones", asegura.

Javier pidió una fotografía de la placa del teléfono, que le mandaron 15 días después, en la que no puedo ver "ni golpes ni defectos". De hecho, dice, "ni siquiera sé si es de mi teléfono. Pero a pesar de todo, siguen manteniendo que le he dado un golpe. Me encuentro en un callejón sin salida: no me puedo dar de baja porque he firmado una permanencia y nadie quiere arreglar mi teléfono en garantía".

Vodafone España lamenta los inconvenientes causados al cliente. El 10 de noviembre el departamento de calidad de la operadora contactó con el cliente y se tramitó el envío de un nuevo terminal, "ya que el N-81 estaba en periodo de garantía y era irreparable por un golpe en la placa base". Durante el tiempo que el cliente estuvo sin móvil se le facilitó uno de sustitución para que pudiera hacer uso de su línea.

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