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Archivado el crimen de un empresario por falta de autor

La familia critica a los Mossos por acusar a un fallecido

El Juzgado de Instrucción número 4 de Rubí ha archivado el caso del asesinato del empresario de Sant Cugat Joan Alsina Oliva ante la imposibilidad de determinar quién cometió el crimen. Los Mossos d'Esquadra acusaron en su día al cuñado de la víctima, Delio Figueroa, después de que éste falleciera en accidente de tráfico, pero el juez considera que no existe ningún "indicio objetivo" para hacerlo.

Alsina fue hallado muerto en su domicilio en medio de un charco de sangre, con el cráneo aplastado y degollado. Los autores simularon un robo con violencia, pero la investigación policial determinó que el único móvil fue el crimen, aprovechando que estaba solo en la casa. La muerte se produjo en la mañana del 30 de diciembre de 2006.

El juez cree que no existen indicios que despejen las dudas sobre el sospechoso

Las sospechas iniciales se centraron en la familia y el núcleo cercano a la víctima, pero nada se puedo averiguar. A raíz de la intervención de los teléfonos, los Mossos supieron que el cuñado de Alsina había fallecido en un accidente de tráfico el 7 de septiembre de 2007, y a partir de ahí todas las investigaciones se centraron en relacionarlo con el crimen.

"Lo preocupante y reprochable es que los Mossos no sospecharon de él hasta que supieron que estaba muerto", se lamenta José Luis Jori, abogado de la familia. "Si realmente era sospechoso, ¿por qué no se le detuvo nunca ni se le tomó declaración como imputado por unos hechos tan crueles?", apostilla.

El auto de sobreseimiento judicial expone algunos hechos que hacen dudar si el fallecido tuvo o no alguna relación con el crimen, pero el juez añade que sólo se trata de "un conjunto de hipótesis, conjeturas y sospechas sobre la participación del señor Figueroa en el homicidio de su cuñado". En cualquier caso, eran indicios más que insuficientes como para sentarlo en el banquillo, explican fuentes judiciales.

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El cuñado estuvo la noche del crimen en La Floresta, frente al domicilio de su amante, pero no en Sant Cugat. Pagó el peaje de los túneles de Vallvidrera en dirección a Barcelona a las 1.10 del 30 diciembre, varias horas antes del crimen. También se ha sabido que, unas semanas antes de morir, el sospechoso firmó un seguro de vida por importe de 300.000 euros y que tenía una deuda contraída con su cuñado que empezaba a devengar intereses al día siguiente del crimen.

La familia considera que se trata de simples "elucubraciones" que los Mossos no investigaron y ayer difundió un comunicado en el que expresa su malestar con la policía autonómica. Marta Figueroa, viuda de Alsina y hermana del sospechoso, acusa a los Mossos de "sembrar de dudas la memoria" de Figueroa, y de "haber causado un daño irreparable a sus hijos, esposa, familia y amigos" al difundir que el sospechoso era su hermano.

Los familiares consideran que "no se ha respetado el derecho a la presunción de inocencia al imputar un gravísimo hecho delictivo a quien jamás ha sido imputado y a quien ya no se podía defender, y al dar publicidad al hecho".

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