Carod delega en una viceconsejera las relaciones exteriores

Que el Gobierno catalán haya decidido recortar hasta el 22% el presupuesto de Relaciones Exteriores y cooperación internacional para 2009 no significa que el área deje de ser la gran prioridad para su responsable, Josep Lluís Carod Rovira. El consejero de la Vicepresidencia ha decidido que una persona de su total confianza y en la práctica ya encargada hasta ahora de estos menesteres, Roser Clavell, pase a ser viceconsejera de Exteriores de la Generalitat.

El cargo, de nueva creación, está previsto en la ley del Presidente y el Gobierno de la Generalitat, aprobada recientemente tras dos años de disensiones en el seno del tripartito. El texto prevé que el vicepresidente pueda nombrar viceconsejeros, una figura hasta ahora inédita en el Gobierno catalán. Las labores de Clavell no diferirán mucho de las que ya está haciendo como secretaria general de Exteriores, pero hacía tiempo que Carod quería darle más entidad a esta área, dedicada en los últimos tiempos a extender la red de oficinas de la Generalitat en el exterior.

Es un mal ejemplo de austeridad y aumentará el gasto, reprochan CiU y PP

El nombramiento de viceconsejeros está previsto en la nueva ley del Gobierno

El presidente, José Montilla, no ha puesto objeciones a la creación del nuevo cargo. De hecho, fuentes de la dirección del PSC saludaron ayer la iniciativa, recordando que ello supondrá descargar a Carod de algunas responsabilidades, algo que consideran positivo.

Clavell accedió al cargo de secretaria de Exteriores hace un año y medio. Lo hizo tras la fulminante destitución de los dos responsables del área, el secretario Albert Royo y la directora general, Maria do Carmo Marques-Pinto. Clavell fue vicecónsul del Reino Unido en Barcelona.

La oposición rechaza el nombramiento. Convergència i Unió y el Partido Popular criticaron al unísono el gasto que supone la creación de un nuevo cargo en tiempos de crisis, un puesto que, según recordó el PP, no está previsto en los ajustados presupuestos que el Gobierno aprobó semanas atrás. La ley del Gobierno no considera el rango exacto ni el sueldo que tendrán los viceconsejeros. Sí especifica que sólo podrán existir dentro del área de Presidencia o de la Vicepresidencia.

Pese a que el marco legal lo permite, la presidenta regional del PP, Alicia Sánchez-Camacho, entiende que el nombramiento de una viceconsejera de Relaciones Exteriores supone un "desafío" de Carod a Montilla. "El cargo supone la creación de una nueva estructura que aumentará el gasto", dijo Sánchez-Camacho.

El número dos de Convergència Democràtica, Felip Puig, denunció también que el nombramiento es un "mal ejemplo de austeridad". En opinión del dirigente nacionalista, la creación de este departamento supone "engordar" el organigrama del Gobierno, de sus altos cargos y de su personal de confianza. "Es un mal símbolo y un mal ejemplo de austeridad y rigor que en tiempos de crisis se amplíe la nómina de la Generalitat", subrayó.

Puig también cuestionó que el nombramiento implique una mejora de la "imagen exterior" de la Generalitat. La crítica llega después de que el Gobierno catalán haya decidido quejarse por carta por un artículo del semanario The Economist en el que se cuestionaba la descentralización política de España y, parafraseando al autor Antonio Muñoz Molina, se tildaba a Jordi Pujol y a Manuel Chaves de "caciques". El Gobierno envió una carta de queja a la publicación, medida que días más tarde fue criticada por el PSC y por el mismo presidente de la Generalitat, José Montilla, menos partidarios de este tipo de intervenciones.

Ajeno a las críticas de la oposición, Josep Lluís Carod Rovira defendió ayer la necesidad del nombramiento. El consejero aseguró que Clavell contribuirá a promover la presencia internacional de Cataluña y a continuar "el buen trabajo" que en su opinión se ha realizado hasta la fecha con la apertura de delegaciones.