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Columna
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Que la fuerza os acompañe

Jesús Ruiz Mantilla

Llegaron a Madrid hace poco, procedentes de una galaxia muy muy lejana. Lo hicieron a bordo de El Halcón Milenario, esa chatarra que pilota Han Solo y rara vez alcanza la velocidad de la luz sin que le tiemblen los mandos. Todo el mundo sabe que van allí donde les reclama la lucha del bien contra el mal. Millones de personas les han visitado ya en su gira terráquea. Varios miles en Madrid, con largas colas y mucho entusiasmo. Cuando la exposición cierra sus puertas y los objetos de las películas de Star Wars acaban su jornada, salen a pasear por la ciudad.

Andan curados de espanto. Llevan siglos aterrizando por los planetas más extraños del universo. Han librado mil batallas de Geonosis a Tatooine, de Naboo a Endor y a Hoth, sin contar aquella hazaña en la que lograron destruir la Estrella de la Muerte. Pero con su olfato milenario han encontrado cosas en Madrid que les han dado mala espina.

El colmo fue comprobar la nula preparación en materia de historia que tienen sus dirigentes

La primera señal de alarma saltó cuando R2-D2 y C3-PO, aficionados al fútbol, vieron jugar al Real Madrid de esta temporada. "¿Y a éstos les llegaron a llamar galácticos?", preguntó el sabiondo y pizpireto robot dorado: "Pi piripiri piriuuri, piri", contestó el pequeño. Traducido: "¡Vámonos al Calderón!". Textual.

El viejo Yoda les ha contado que José Tomás es del Atleti y eso resulta toda una garantía entre los de su condición. No llegan en temporada de toros y se lo van a perder en la plaza. Pero quieren buscarle para proponerle una oferta. Un encargo del maestro. Les ha dicho: "Si el torero Jedi quisiera ser, para nosotros sería todo un placer. Con la espada, el de Galapagar, buenas estocadas sabe asestar... Y que la fuerza os acompañe".

Una mañana tempranito agarraron un taxi. Llevaba la Cope a todo meter. Los dos fueron programados como buenos políglotas, así que quedaron alarmados por el discurso. El taxista iba rumiando un palillo y les miraba de reojo por el retrovisor. Los alaridos les hacían chirriar los tornillos. "Ni cuando Chewaka se mosquea llega a ponerse tan desagradable", le comenta C3 a R2. "Cui kituriruri ruri" ("¡Ya te digo!"), le salta el cabezón.

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Pero fliparon aún más cuando escucharon en voz de aquel locutor venenoso que habían invitado a alguien especial al estudio para comentar los temas de actualidad. "Señor Darth Vader, muy buenos días". Cuando escucharon a través de las ondas el resoplo terrorífico, preludio de su voz metálica, hasta les pareció que su tono sátrapa se había dulcificado entre aquellas fieras. No es que pareciera una ovejita, pero casi, al lado de todos esos voceros.

"Lo que es la promoción", pensaban los dos mirándose un tanto asombrados. Aquello parecía una encerrona. Vader se mostró exquisito y moderado al lado del personal. También desconcertado ante los asuntos que surgían en la tertulia: un portero había matado a un chaval a la puerta de una discoteca por haberse tropezado con una chica. Un tal Bono llamaba hijos de puta a los suyos porque no le dejaban colgar el retrato de sor Maravillas en el Congreso. A un juez le ponían a caldo porque, acorralado por el reverso tenebroso de la judicatura, renunciaba a una causa histórica...

Pero el colmo para los dos robots fue comprobar la nula preparación en materia de historia que tienen sus dirigentes. La jauría del programa aplaudió la interpretación de una dirigente, a la sazón presidenta de la Comunidad de Madrid. La mujer sostenía que para pasado violento el del PSOE, con pollos como Largo Caballero y desastres como la Segunda República. Aquello les hacía culpables de haber llevado al país al desastre. Todo esto, claro, desde su perspectiva liberal, que no posfranquista.

Además de al fútbol, C3-PO y R2-D2 son grandes aficionados a la historia de España. "Lo que hay que oír", comentaba el primero. "Chiu buri, buri, buri" ("¡Tócate los cojones!"), exclamaba el segundo. Hasta el mismo Darth Vader no pudo más y terció. "Bueno, señores, vamos a ver. Las cosas no se ven así desde otras galaxias. La derecha española sufre su propia travesía del desierto y eso es duro. Pero de ahí a faltar a la verdad va un trecho. Ya les salió caro su empecinamiento en el 11-M y demás delirios. Veo que no han aprendido nada. Si en vez de a Ricardo de la Cierva, a Pío Moa o a César Vidal leyeran a Raymond Carr, a Gerald Brenan, a Hugh Thomas o a Pierre Vilar, otro gallo les cantaría", soltó Vader.

"¿Quién será este gilipollas?", exclamó el taxista. "Nos bajamos aquí", advirtió C3. Una vez en la calle, ambos se miraron extrañados. "¡Piripiripiripiriuupi!" ("¡Joder, qué país!"), dijo R2. Y se fueron a tomar unas cañas.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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