La discoteca pagaba 700 euros al mes al Consistorio

Sólo 731 euros al mes. Eso es lo que pagaba Parques Reunidos al Ayuntamiento de Madrid por explotar el teleférico, una cafetería y, sobre todo, la discoteca Balcón de Rosales. Un precio ridículo si se compara con el volumen de facturación que podía tener solamente la sala donde murió Álvaro Ussía el pasado sábado, y por donde llegaban a desfilar hasta 700 clientes por noche. Según el presupuesto municipal, este año el Ayuntamiento ingresará 8.775 euros por todas estas instalaciones. Un regalo del Consistorio con una historia que se remonta 38 años atrás.

En 1967, el Ayuntamiento madrileño adjudicó, mediante concurso público, la construcción y explotación del teleférico. Un gigantesco juego de cables y cabinas suspendido entre Pintor Rosales y la Casa de Campo. El canon que la empresa Teleférico Rosales, SA, debía abonar al Ayuntamiento se fijó en 1.953,54 euros. En 1975 la misma empresa obtuvo la autorización municipal para la cafetería a cambio de 1.322 euros más. En 1991 se autorizó la instalación de la atracción el Pasaje del Terror en uno de los pies del teleférico. Se sustituyó el antiguo canon y se estableció uno nuevo conjunto de 6.010 euros anuales. Además, si los viajeros del teleférico superaban anualmente los 640.000 (eso es casi un quinto de la población madrileña montado en las cabinas), debían pagar un suplemento de canon ligado a la taquilla que hicieran.

El Ayuntamiento amplió la concesión al local en 2000 durante 15 años

En el año 2000 llegó el momento de Balcón de Rosales. La concesión de toda la explotación del teleférico y el resto de instalaciones caducaba en 2002. Pero el Ayuntamiento consideró que como la empresa del teleférico tenía que hacer unas obras de adecuación de la potencia eléctrica y de mantenimiento de las instalaciones que iban a costarle 70 millones de pesetas (420.000 euros), tenía que ser compensada.

Así que se amplió la concesión a 15 años más y permitió que al antiguo Pasaje del Terror se uniera una sala con licencia de café-espectáculo. Una autorización que deja servir alcohol hasta las 5.30 y poner música siempre que lleve adosada alguna actividad cultural.

La nueva concesión estaba condicionada a la presentación "de la documentación establecida por la normativa en vigor que justifique el cumplimiento de la normativa especial de aplicación a esta actividad y a los informes favorables de los técnicos". Según el Ayuntamiento, los informes se habían presentado y eran favorables.

"Es una cantidad irrisoria. El teleférico es una de las instalaciones más rentables. Dar esta concesión por ese precio es un auténtico regalo. Encima, la concesión fue ampliada por un concejal involucrado en el caso Funeraria", denunció ayer Pedro Santín, concejal responsable de Medio Ambiente del PSOE. Antonio Moreno, que en el año 2000 era concejal de Régimen Interior, fue imputado y luego absuelto en el caso Funeraria.