Del Valle justifica su pedofilia en el trauma al morir una hija
Cuarto juicio al presunto asesino de la niña Mari Luz
Santiago del Valle, presunto autor de la muerte de la niña Mari Luz Cortés, actualmente en prisión, afrontó ayer su cuarto juicio por abusos sexuales a niñas. Del Valle ya había sido condenado a cinco años de cárcel por acoso sexual a una menor de 13 años y abusos sobre su propia hija. Ayer fue juzgado por abusar supuestamente en diciembre de 2006 de una niña de cuatro años en Sevilla. Tras ser increpado a la entrada, el pederasta apeló ante la juez a su pedofilia recurrente y fantasías sexuales con menores, que achacó a la muerte de su hija de sólo 25 meses en un atropello.
Del Valle alegó sus "alteraciones de memoria" para no recordar lo sucedido, aunque poco a poco fue admitiendo los hechos, según los abogados presentes en la sala. "Ha reconocido ante la juez que le gustan las niñas de siete u ocho años y que sabe que eso no está bien", pero que padece esa tendencia desde que murió su hija y le fue retirada la custodia de sus otros dos hijos, añadieron los letrados. El acusado reconoció que abordó a una niña de cuatro años en un patio comunitario de la barriada sevillana La Oliva, que la cogió en brazos y la agarró por la cintura, pero explicó que lo hizo "para que no se cayera".
Sin embargo, la vecina que denunció a Del Valle le identificó ayer en el juicio y apuntó que le vio "perfectamente" desde la ventana de su casa, situada en una planta baja, cuando frotaba los genitales de la niña. La vecina añadió, además, que unas horas antes había visto a Del Valle merodeando por el patio comunitario cuando a mediodía se celebraba una comida vecinal. El forense que le trató en la cárcel declaró que Del Valle "es consciente del mal que puede causar", y que presenta una pedofilia con "impulsos recurrentes y fantasías sexuales hacia niñas prepúberes". La abogada de la acusación particular, Pilar Sepúlveda, señaló que el comportamiento del pederasta "no coincide" con un brote de esquizofrenia paranoide diagnosticado por otros expertos, ya que llevó a cabo unos actos "perfectamente organizados".
La fiscalía pide para el acusado tres años de prisión por un delito de abusos sexuales y 10.000 euros de indemnización para la víctima, mientras que la defensa reclama la absolución de Del Valle por la eximente de enajenación mental. El juicio quedó ayer visto para sentencia.
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