El Supremo eleva la indemnización por el suicidio de un policía
El Tribunal Supremo ha aumentado en más de 13.000 euros la indemnización a la viuda de un policía nacional que se suicidó en febrero de 1999 en dependencias policiales tras haber sido detenido de forma violenta ante testigos que le conocían y haberle interrogado toda la noche sobre un supuesto delito de revelación de secretos.
El Supremo ha elevado hasta 110.000 euros la indemnización que la Audiencia Nacional ya fijó en 96.789 euros, al entender que la muerte podría haberse evitado "de no mediar la cadena de desafueros en la actuación administrativa".
El policía fue detenido en Murcia por agentes de asuntos internos que se abalanzaron sobre él y le introdujeron en un vehículo camuflado que salió a gran velocidad. La violencia de la detención llevó a vecinos que le conocían como policía a denunciar que había sido secuestrado por ETA.
Los funcionarios policiales que le custodiaron manifestaron que presentaba un "aspecto totalmente desencajado, con lágrimas en los ojos y fuera de sí", y que estaba "abatido y hundido". Pese a ello, permaneció toda la noche sujeto a interrogatorio, incomunicado y yendo de una otra dependencia. En uno de los despachos consiguió hacerse con la pistola de un compañero que estaba en un cajón sin que nadie lo advirtiera, pidió ir al servicio y una vez allí se disparó en la cabeza.
El Supremo recrimina a los mandos policiales por "no dar al detenido un trato más atento a las especiales circunstancias por las que pasaba".
