Salida individual o ERE
PREGUNTA. Trabajo como ayudante de dirección en una mediana empresa del sector de comercialización de automóviles. El ambiente se ha enrarecido con la crisis y la caída en las ventas, y hay rumores generalizados sobre la próxima presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE), que afectaría a buena parte de la plantilla. Algún compañero se ha decidido a pactar una salida individual y ha llegado a un acuerdo con la dirección en condiciones ventajosas. Sé que, tal como está el panorama, lo mejor sería pasar directamente a otro empleo, pero temo que si espero, las condiciones del ERE sean peores de lo que obtendría actualmente. ¿Pueden aconsejarme sobre qué hacer? L. M. Sevilla
Decida su solución tras comprobar si la empresa cuenta con usted o no
RESPUESTA. Dado el nivel de responsabilidad que asume en su compañía, es perfectamente factible realizar una gestión personal para comprobar de forma directa cuál es su perspectiva de permanencia y desarrollo profesional en la empresa. Sería conveniente que hablara con su jefe directo para ver si él considera que, aun estando la organización en una situación difícil, va a seguir contando con usted en un futuro previsible.
En el caso de que de esa conversación se desprendiese que existe una cierta duda sobre su continuidad, explore con él la posibilidad de que directamente se pueda abordar una salida negociada de la empresa, para que se dé por enterado de sus inquietudes e intenciones, y láncese a ello para intentar conseguir las mejores condiciones de salida posibles.
Obviamente, si la perspectiva de poca permanencia se confirma, abordar una búsqueda rápida de una nueva oportunidad laboral sería su primera tarea, teniendo presente el objetivo de conseguir que no haya periodo de desempleo, o que éste se reduzca al mínimo posible.
Sí le sugerimos que valore tranquilamente las oportunidades que se le puedan presentar, considerando con frialdad lo positivo que aporten al desarrollo de su carrera. Lo último que le conviene es guiarse por la desesperación o el nerviosismo, que podrían llevarle a aceptar algún puesto aparentemente atractivo como salida a corto plazo, pero que no tuviera el suficiente recorrido o que no encajara con sus intereses.
Javier Rodrigo es director de Operaciones en Madrid de Hay Selección.
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