La inflación hiere de muerte al rial
El Gobierno estudia quitar varios ceros y cambiar de nombre a la moneda
El Gobierno iraní ha empezado a preparar a la población para quitar varios ceros a su moneda, el rial, y volver a denominarla tumán. La medida busca frenar la inflación y facilitar las transacciones comerciales. En un país cuyo método de pago más frecuente es el efectivo, una simple visita al supermercado exige proveerse de un buen fajo de billetes, el mayor de 50.000 riales (3,75 euros). "Si no se controla primero la inflación, no servirá de nada", advierte Morteza Alvirí, asesor económico en un centro de investigación estatal.
El Banco Central calculaba la inflación en agosto pasado en un 22,3%, pero el Centro de Estudios del Parlamento añadía siete puntos a esa cifra. Para los productos básicos es mucho mayor. Sólo en mehr (el mes iraní que va del 22 de septiembre al 21 de octubre) se ha situado en el 42%. Alvirí, que trabaja en el Instituto de Educación Superior e Investigación para la Gestión y la Planificación, responsabiliza de esa situación a la errática política económica del Gobierno.
"Promocionaron créditos baratos para que la gente pudiera formar pequeñas empresas, pero ni se ha creado empleo ni se han devuelto los préstamos. Lo único que se ha conseguido es duplicar el volumen de dinero en circulación", destaca Alvirí.
Según datos oficiales, la masa monetaria ha pasado de 730 billones de riales en junio de 2005, cuando Ahmadineyad llegó a la presidencia, hasta los 1.650 billones actuales. En el mismo periodo, la producción sólo ha aumentado un 15%, lo que evidencia un gran agujero. De hecho, las autoridades parecen conscientes de la necesidad de poner control a la máquina de imprimir dinero.
Ensayo de revaluación
El Banco Central ya ha empezado a sustituir los cheques de banco, un papel moneda de alta denominación que cada entidad bancaria emitía sin control para facilitar las transacciones de sus clientes. Los nuevos cheques, que mantienen las denominaciones de entre medio millón y cinco millones de riales, muestran en una de sus caras una versión abreviada de esas cifras. Así, los de medio millón llevan impreso un 50 y los de un millón, un 100, como si la supresión de los cuatro ceros fuera un ensayo para la revaluación que estudia el Gobierno.
La calle se les ha adelantado. Aunque la inflación haya herido de muerte al devaluado rial -ha perdido un 10% frente al dólar desde julio-, los iraníes hace tiempo que lo habían jubilado. Ningún comerciante pone sus precios en riales sino en tumanes, una unidad oficiosa (algo así como los antiguos duros españoles) equivalente a 10 riales. El tumán fue la moneda oficial de Irán hasta 1932.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.